Una historia escabrosa ha llegado a su fin, al menos desde el punto de vista legal. Para la víctima, sin embargo, las secuelas serán de por vida.
Durante 23 meses, Rosa-Maria Da Cruz escondió a su bebé Séréna entre el maletero de su carro lleno de gusanos y en un cuarto sin uso de su casa cercana a la localidad de Brive-la-Gaillarde, en el suroeste de Francia.
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La bebé fue encontrada en 2013 cuando tenía entre 15 y 23 meses de edad.
Hoy, la niña de 7 años sufre de una discapacidad y tiene rasgos autistas, que fueron causados por privación sensorial, según los expertos que la examinaron.
La niña, que no habla ni socializa, está en un orfanato.
Al parecer Da Cruz, de 50 años y originaria de Portugal, intentó que su pareja y otros tres hijos no supieran de la existencia de Séréna.
Por estos hechos, Da Cruz ha sido condenada por el cargo de negligencia causante de discapacidad mental.
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¿Cómo encontraron a la bebé?
Séréna fue hallada en 2013 por Guillaume Iguacel, un mecánico que escuchó ruidos mientras reparaba el auto de Cruz.
Al abrir el maletero el hombre encontró a la niña rodeada de excremento. Estaba sucia, deshidratada y pesaba la mitad del que debía ser su peso normal.
"Había un olor horrible, olía a muerte dentro del carro", dijo Iguacel. "Encontrar a la bebé en este estado es inimaginable".
De acuerdo al medio France Info, un experto que examinó a Séréna poco después de que fuera hallada dijo que la niña sufría de una extraña forma de autismo.
Otro especialista que vio a la bebé la describió como si "estuviéramos frente a una especie de muro, sin reacción, sin nada".
Por su parte, Domingos Sampaio Alves, pareja de Da Cruz, dijo que nunca supo de la existencia de Séréna.
"No se por qué ella hizo esto", dijo Sampaio ante la corte y agregó que Da Cruz había sido una "buena madre" con sus otros hijos, de 9, 14 y 15 años.
¿Por qué lo hizo?
Da Cruz dijo ante la corte que no era capaz de explicar sus acciones.
Durante el juicio, que duró cinco días, un pediatra describió a sus otros tres hijos como "perfectamente criados".
Un grupo de psiquiatras, por su parte, dijo que Da Cruz era emocionalmente inmadura pero "no psicótica, manipuladora o perversa".
Los abogados defensores argumentaron que ella mostraba "una negación del embarazo", ya que, según ellos, ella nunca aceptó el hecho de tener un cuarto hijo.
También se supo que inicialmente Da Cruz tampoco le reveló dos de sus anteriores embarazos a su pareja.
Da Cruz dijo que veía a Séréna como "una cosa" hasta que la bebé tenía 18 meses, cuando le sonrió. A veces olvidaba alimentarla durante días.
"Quiero pedirle perdón a Séréna por todo el daño que le he causado", dijo la madre en la corte.
"Me doy cuenta de que la herí mucho y que nunca más volveré a ver a mi pequeña niña".
La condena
Da Cruz fue condenada a 5 años de prisión, pero 3 de ellos le fueron suspendidos.
Según la corte, esta sentencia le permitirá educar a sus otros tres hijos.
"La corte quiso tener en cuenta sus antecedentes y esta decisión puede decepcionar a muchos", dijo el juez.
El juez también ordenó que se le retirara permanentemente la patria potestad sobre Séréna.
Da Cruz será monitoreada por servicios sociales durante 5 años y recibirá tratamiento psiquiátrico.
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