Que Irán tenga a "cero" exportaciones de petróleo es el gran objetivo de Estados Unidos.
El gobierno de Donald Trump busca esa meta con la nueva ronda de sanciones impuestas desde este lunes a Irán, uno de los cinco mayores proveedores de crudo del mundo.
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"Seguimos aumentando la presión para hacer esto una realidad", indicó el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin.
"La meta es privar al régimen iraní de los ingresos que utiliza para financiar actividades violentas y desestabilizadoras en todo el Medio Oriente y, de hecho, en todo el mundo", secundó el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Para lograr que ningún país del mundo le compre petróleo a Irán, EE.UU. impuso sanciones a 700 empresas e individuos iraníes, incluyendo los principales bancos, exportadores de petróleo y empresas navieras.
Sin embargo, hay una excepción: ocho países que no estarán sujetos, por ahora, a las sanciones que impiden realizar negocios con Irán, incluida la compra de petróleo.
Se trata de China,Corea del Sur, Grecia, India, Italia, Japón, Taiwán y Turquía.
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Pero cinco de esos países que gozan de privilegios son los mayores consumidores de petróleo de Irán, lo que ha generado críticas al gobierno de Trump, incluso de legisladores de su propio partido.
"Las exenciones de sanciones que se otorgan a los compradores clave de petróleo iraní -la más alarmante China- le dan a Irán un indulto financiero. Deberían eliminarse lo antes posible", dijo el senador republicano Marco Rubio a la prensa.
Y el grupo Unidos Contra el Irán Nuclear señaló que el gobierno "cedió" al dejar a ocho países fuera de las sanciones: "¿Qué pasó con la presión máxima? Se derrumbó a lo grande", tuiteó.
Mientras tanto, el presidente iraní, Hasam Rouhani, aseguró que su país "continuará vendiendo petróleo". "Romperemos las sanciones", advirtió.
¿Por qué esos 8 países?
Irán cerró el año pasado como el quinto mayor productor de petróleo del mundo, con una extracción estimada en más de 4 millones de barriles al día.
Pero la producción iraní recibió un duro golpe desde que Trump anunció en mayo que Estados Unidos dejaría el acuerdo nuclear llamado Plan de Acción Conjunto y Completo (JCPOA, por sus siglas en inglés)firmado en 2015 junto con otros países.
La producción de petróleo iraní cayó en casi un millón de barriles este año y esa industria representa la mayor fuente de ingresos del país.
El gobierno de Trump considera que acuerdo no ha logrado que Irán deje de realizar actividades como el financiamiento de grupos bélicos en Medio Oriente, por lo que anunció que restauraría las sanciones.
Sin embargo, esta última ronda de castigos financieros cuenta con las mencionadas excepciones porque, explicó Pompeo, esos países han dado pruebas de que buscan desconectarse del petróleo iraní.
"Cada uno de esos países ya ha demostrado reducciones significativas en la compra de crudo iraní en los últimos seis meses", comentó este lunes el secretario de Estado.
"Y de hecho, dos de esos ocho países ya han terminado por completo las importaciones de crudo iraní y no se reanudarán mientras el régimen de sanciones continúe. Seguiremos las negociaciones parallevar a todas las naciones a cero".
El gobierno de EE.UU. busca que en cuestión de "semanas" los gobiernos de esos países adapten sus esquemas de compra de petróleo a nuevas fuentes para cerrar los ingresos de Irán.
Según Pompeo, más de 20 países ya han cortado sus compras de petróleo con Irán.
¿Por qué no se puede cortar a "cero" ahora?
Arabia Saudita juega un papel importante en la estrategia del gobierno de Donald Trump contra Irán.
Y es que esa nación, la segunda productora de crudo del mundo actualmente (11 millones de barriles por día), ha acordado con Washington incrementar su producción mientras consiguen retirar el petróleo iraní del mercado, dijo a la BBC Brian Hook, representante especial del Departamento de Estado para Irán.
Como diversos analistas indican, de no haber un país que supla la producción de Irán, las sanciones podrían tener un efecto contraproducente para los estadounidenses.
La demanda insatisfecha haría que los precios del crudo se incrementarían rápidamente y con ello el precio de los combustibles en todo el mundo.
"Queremos lograr la máxima presión (sobre Irán), pero tampoco queremos dañar a amigos y aliados", dijo la semana pasada el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton.
El secretario de Estado también hizo eco de las preocupaciones sobre los precios del petróleo.
"Nuestro enfoque es lograr que los precios se mantengan estables, con un precio de referencia del Brent justo en el lugar donde se encontraba en mayo de 2018 cuando nos retiramos del JCPOA", dijo Pompeo este lunes.
"Esto no solo es bueno para los consumidores estadounidenses y la economía mundial, sino que también garantiza que Irán no pueda aumentar sus ingresos del petróleo a medida que se desploman sus exportaciones", añadió.
Irán ha enfrentado sanciones internacionales en el pasado, pero nunca han caído a cero sus exportaciones de petróleo.
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