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Muere Joachim Ronneberg, el último héroe de Telemark que frustró el plan nuclear nazi

El héroe de guerra Joachim Ronneberg lideró un ataque audaz para frustrar los planes de Hitler para obtener la bomba atómica.

Joachim Ronneberg, el luchador de la resistencia noruega que saboteó las ambiciones nucleares de la Alemania nazi durante la segunda Guerra Mundial, murió a los 99 años.

En 1943 lideró un ataque secreto contra una planta fuertemente custodiada en la región de Telemark, al sur de Noruega.

La operación fue inmortalizada en la película de Hollywood de 1965 "Los héroes de Telemark", interpretada por Kirk Douglas.

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Ronneber trabajó luego como periodista de radio y ayudó a concientizar a los jóvenes sobre los riesgos de la guerra.

Él le explicó a la BBC en 2013 que solo se dio cuenta de la importancia de la misión después de que se lanzaran las bombas en Hiroshima y Nagasaki en 1945.

"Es uno de nuestros grandes héroes", le dijo la primera ministra de Noruega Erna Solberg a la agencia de noticias NTB. "Ronneberg es probablemente el último en morir entre los más conocidos luchadores de la resistencia".

¿Quién era el último héroe de Telemark?

Nacido en 1919 en el pueblo de Aalesund, Joachim Ronneber huyó de Noruega tras la invasión nazi en 1940.

Ronneber, que entonces tenía 21 años, se escapó con ocho amigos por barco a Escocia, pero con la determinación de volver y luchar.

Alemania en aquel momento necesitaba "agua pesada" (con una partícula atómica extra en su núcleo de hidrógeno), en su carrera contra los aliados para producir una bomba atómica.

Grandes cantidades de agua pesada, u óxido de deuterio, solo se fabricaba por entonces en las instalaciones de Norsk Hydro en Rjukan, Telemark.

Esto hizo que la mayor planta hidroeléctrica de este tipo fuera un objetivo de la resistencia, pero un pequeño equipo que había intentado destruirla en 1942 falló.

El año siguiente, Ronneber eligió un equipo de cinco otros comandos en una operación aliada con el nombre en código de Ginnerside.

"Éramos un grupo de amigos que hacíamos un trabajo juntos", le dijo a la BBC en el 70 aniversario de la misión.

Los hombres se lanzaron en paracaídas sobre un altiplano, esquiaron campo a través, descendieron por un barranco y cruzaron un río helado antes de usar la línea de ferrocarriles para entrar en la planta y colocar los explosivos.

"Muchas veces pensamos que este era un viaje solo de ida", explicó.

Una fuga de cientos de kilómetros

Tras la explosión, los hombres huyeron a Suecia esquiando durante 320 kilómetros a través de Telemark, a pesar de ser perseguidos por unos 3.000 soldados alemanes.

Con una sonrisa irónica, Ronneberg lo describió como "el mejor fin de semana de esquí que haya tenido nunca".

La operación, acompañada de ataques aéreos de Estados Unidos el año siguiente, llevó a los alemanes a abandonar los planes y fue luego descrita como el acto de sabotaje más exitoso de la segunda Guerra Mundial.

Ronneberg era reacio a hablar de su experiencia, a pesar de la existencia de múltiples libros, documentales y series de televisión que cuentan la historia.

Rompió su silencio en la década de 1970, cuando empezó ahablar sobre los peligros de la guerra a gente joven.

"Los que están creciendo hoy en día tienen que entender que tenemos que estar siempre listos para luchar por la paz y la libertad", dijo.


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