Lograr el desarme nuclear de todo el mundo es uno de los objetivos tan antiguos como prioritarios para Naciones Unidas.
Es tal la importancia de este asunto que protagonizó la primera resolución aprobada por la Asamblea General que se celebró en 1946.
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Cada 26 de septiembre se celebra el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares para concienciar a la población sobre "uno de los principales objetivos de la humanidad: alcanzar la paz y la seguridad en un mundo sin armas nucleares", define el organismo.
Pero, más de medio siglo después, este propósito está aún lejos de conseguirse.
Según los últimos datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés), en el mundo existen aún unas 14.465 armas nucleares.
En comparación con sus cálculos realizados un año antes, esta cifra supone un descenso de 470 armas, una reducción "lenta" e insuficiente para los responsables del estudio.
La ONU recuerda además que, a día de hoy, no se ha destruido físicamente ni una sola arma nuclear de conformidad con ningún tratado ni hay negociaciones en marcha sobre esta cuestión.
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Según sus cálculos, "más de la mitad de la población mundial aún vive en países que, o bien tienen este tipo de armas o son miembros de alianzas nucleares".
Pero ¿cuáles son los países que poseen las armas nucleares que existen en el mundo y cuántas tiene cada uno?
El 92% en dos países
Las más de 14.400 armas nucleares contabilizadas por el SIPRI en enero de este año permanecen en manos de nueve países.
Se trata de Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Paquistán, Israel y Corea del Norte.
Entre todos ellos, hay dos que concentran cerca del 92% de armamento nuclear que existe en el mundo: Rusia y EE.UU.
El SIPRI reconoce una disminución "lenta y limitada" de armas nucleares en comparación con el año pasado, debido especialmente a las reducciones en los arsenales ruso y estadounidense para cumplir con los límites del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (nuevo START) del año 2010.
Sin embargo, el centro de estudios sueco alerta sobre el hecho de que los Estados con armamento nuclear estén desarrollando nuevos sistemas para sus armas y modernizando los ya existentes.
"[Estados Unidos y Rusia] tienen en marcha programas a largo plazo para sustituir y modernizar sus cabezas nucleares, misiles y sistemas aéreos de lanzamiento, y las instalaciones de producción de armas nucleares", afirmó en un comunicado.
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"Estos programas de modernización indican que el progreso genuino hacia el desarme nuclear se mantendrá como un objetivo lejano", dijo Shannon Kile, investigador del Programa de Desarme, Control de Armas y No Proliferación del SIPRI.
Sin "medidas serias"
Y esto, destacó el experto, contrasta con el "claro interés internacional en el desarme nuclear" mostrado tras la aprobación en 2017 del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.
Este acuerdo, que supone el único compromiso vinculante de desarme en un tratado multilateral por parte de los Estados poseedores de armas nucleares, fue aprobado por 122 países. Entre ellos no estaban, precisamente, las naciones en cuyas manos están las bombas nucleares.
Doce meses después, sin embargo, solo había sido ratificado por 11 países pese a que necesita 50 para entrar en vigor.
"Una motivación clave para los países que trabajaron para negociar ese tratado fue la frustración de que los Estados poseedores de armas nucleares no han tomado medidas serias para deshacerse de sus arsenales nucleares", le dijo a BBC Mundo David Wright, codirector del Programa de Seguridad Global de la Unión de Científicos Preocupados de EE.UU.
El experto recordó que ese fue el trato acordado por los Estados poseedores de armas nucleares cuando ellos y otros países firmaron el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) en 1968.
"Los países que no tenían armas nucleares se comprometieron a no obtenerlas, y los poseedores de armas nucleares se comprometieron a tomar medidas para deshacerse de ellas", resumió Wright.
En su opinión,, "la negociación del Tratado de Prohibición es una señal de que la mayoría de los países del mundo no creen que el desarme sea un objetivo real para los Estados que tienen armas nucleares, y desean un medio distinto al TNP para reducir la amenaza nuclear".
Una tendencia "muy preocupante"
El SIPRI recuerda también que, además de Rusia y EE.UU., todos los otros países con armamento nuclear (pese a tener arsenales mucho inferiores) están desarrollando o desplegando nuevos sistemas o anunciaron su intención de hacerlo.
Corea del Norte, por ejemplo, continuó avanzando en el desarrollo de sus capacidades nucleares en 2017, incluyendo las pruebas del que se consideró un arma termonuclear y de dos nuevos tipos de sistemas de lanzamiento de misiles balísticos de largo alcance, cita el estudio.
"El enfoque renovado en la importancia estratégica de la disuasión y la capacidad nuclear es una tendencia muy preocupante", dijo Jan Eliasson, presidente de la Junta de Gobierno del SIPRI.
"El mundo necesita un compromiso claro de los Estados que poseen armas nucleares para un proceso efectivo y legalmente vinculante hacia el desarme nuclear".
Naciones Unidas, por su parte, recuerda en su sitio web que "los desafíos de seguridad que aún prevalecen no pueden ser una excusa para seguir confiando en las armas nucleares y olvidar nuestra responsabilidad de buscar una sociedad internacional más pacífica", resume la ONU.
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