Alguna vez llegó a ser la mayor cadena de departamentos en Estados Unidos. Ahora Sears Holdings está hundida en una crisis que ha puesto en duda su sobrevivencia.
En medio del fuerte declive de las ventas en los centros comerciales estadounidenses y el imparable ascenso de Amazon y otras empresas de comercio electrónico, la icónica firma (que también es dueña de la cadena Kmart) está en serios problemas.
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En los últimos seis años sus pérdidas superan los US$10.400 millones; más de la mitad de las tiendas han sido cerradas y las acciones de la firma han caído 68% entre enero y agosto.
Oficialmente quedan 894 tiendas operativas, aunque la empresa anunció un nuevo recorte en los próximos meses.
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Con esta radiografía, analistas del sector dicen que la firma tiene conectado un "respirador artificial". Pero la empresa asegura que puede recuperarse.
"Nuestra prioridad es volver a ser rentables", dijo Rob Riecker, jefe de Finanzas de la compañía, el pasado mes de mayo.
Mientras tanto, desde hace tres años ha comenzado a erigirse un millonario negocio inmobiliario a partir de la crisis.
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Como la firma no genera ganancias, inició un plan de venta de sus tiendas. Y los compradores de las propiedades las arriendan o usan el terreno para construir edificios de departamentos y restaurantes.
Para obtener más detalles, BBC Mundo contactó a Sears y a Seritage Growth Properties (la compañía que está comprando las tiendas), pero ambas declinaron referirse al tema.
¿Qué se sabe del negocio inmobiliario?
Lo que tiene de singular este caso es que el artífice de las ventas y de las compras de las propiedades es la misma persona: Edward Scott "Eddie" Lampert.
Lampert lleva las riendas de Sears (es su presidente, director ejecutivo y principal accionista); del fondo de inversión ESL (que tiene ese nombre por las iniciales de Lambert) y de la inmobiliaria Seritage Growth Properties, las tres partes involucradas en las transacciones comerciales que se están llevando a cabo.
Seritage le compró más de 200 tiendas a Sears por un valor de US$2.700 millones en 2015.
El negocio dejó el control de algunas de las más valiosas propiedades de Sears en manos de Seritage, una firma en la que participan conocidos hombres de negocios como el magnate Warren Buffett o Steven Mnuchin, secretario del Tesoro del gobierno de Donald Trump.
El acuerdo le permite a Sears "mejorar su perfil de deuda y su posición de liquidez, creando una pista que la ayuda a continuar en su transformación", dijo en aquel entonces un comunicado del fondo de inversión de Lambert.
Y en la actualidad, ese mismo fondo, le ha estado prestando dinero a Sears. Por eso es ahora uno de sus mayores acreedores.
"Si la empresa quiebra, Lambert mantiene el control de la compañía porque, aunque pierde su participación accionaria, es el principal acreedor", dijo el exdirector ejecutivo de Sears en Canadá y actual profesor de la Universidad de Columbia, Mark Cohen.
El año pasado algunos accionistas calificaron la venta de las tiendas como una "transacción altamente conflictiva" e interpusieron una demanda, pero tras el pago de US$40 millones en los tribunales, las partes llegaron a un acuerdo legal que puso fin al conflicto.
Un ícono estadounidense
Sears "fue un gigante del retail. Los clientes solían esperar ansiosos por su catálogo y las familias podían pasar horas mirando los productos", explica en declaraciones a BBC Mundo Lauren Beitelspacher, profesora de marketing en la Universidad de Babson, en Estados Unidos, y experta en administración de este sector.
Sin embargo, ahora "parece una empresa que vende propiedades, más que un retailer".
"Sears tuvo una fuerte presencia en el retail e hizo algunas inteligentes inversiones. Sin embargo, muchos de los centros comerciales donde actualmente están ubicadas las tiendas Sears y Kmarts, están perdiendo arrendatarios y están siendo utilizados para otros fines", agrega.
En su opinión, la firma ha hecho "un esfuerzo valiente".
"Pero creo que en muchos mercados sus propiedades no son tan valiosas como antes, porque los centros comerciales donde están las tiendas, no son tan atractivos para muchos inversionistas".
"Donde Sears puede tener una ventaja inmobiliaria es en sus tiendas independientes", agrega la analista, refiriéndose a aquellas que no están dentro de un centro comercial.
Además de sus propiedades, la empresa tiene algunas marcas propias, como Kenmore, "que todavía son relevantes y significativas para los consumidores", señala Beitelspacher.
A pesar de esas fortalezas, la incertidumbre sobre su futuro aparece regularmente como telón de fondo.
"Siguen sacando conejos del sombrero para mantener la empresa viva. Pero en algún momento se van a acabar los conejos ", señaló Larry Perkins, director ejecutivo de la consultora estadounidense SierraConstellation Partners, en declaraciones a medios locales.
Con todo, Sears se mantiene firme en su posición de seguir adelante con aquellas tiendas que generan ganancias y de aprovechar la reputación de sus marcas.
Incluso el propio Lambert ofreció comprarle a Sears la marca Kenmore, una decisión que aún está en el aire… Como lo está el futuro de la firma si no logra volverse rentable.
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