Ha sido considerada como una de las carreras más caóticas en la historia del categoría reina del automovilismo.
Sucedió el 30 de agosto de 1998 en el Gran Premio de Bélgica, la decimotercera prueba del campeonato, cuando el finlandés Mika Hakinnen, de McLaren, era líder por delante del entonces doble campeón mundial Michael Schumacher, de Ferrari.
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Desde un principio el fin de semana trajo malos presagios con Hakkinen, Jacques Villeneuve y Mika Solo estrellándose en las prácticas. Hakkinen se llevó la pole y Schumacher se clasificó de cuarto.
Al legar el domingo, un torrencial aguacero cayó sobre el circuito de Spa. Igual se tomó la decisión de arrancar la prueba a la hora señalada, sin el auto de seguridad.
Y todo fue bien…. por 15 segundos.
Hakkinen lideró el grupo bajando la colina hacia Eau Rouge y entonces el drama comenzó.
En 2015, Eddie Irvine contó a la página oficial del Fórmula 1 lo que vivió en ese choque múltiple.
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"No tenía frenos, no podía controlar el volante, nada funcionaba", dijo.
"Estaba sentado con ruedas golpeándome arriba y coches saliéndose por todos lados".
Pero el choque de los 13 vehículos fue solo el comienzo.
Al reanudarse la carrera seguía la fuerte lluvia. Hakkinen tuvo una arrancada lenta y patinó recibiendo luego el impacto del coche de Johnny Herbert, lo que puso fin a la carrera de ambos.
El Benetton de Alexander Wurz también quedó fuera de acción tras un choque con David Coulthard que dejó al escocés a la cola del grupo y pronto, su McLaren fue perseguido por el líder de la carrera, Schumacher.
En la pendiente hacia la curva de Pouhon un lento Coulthard tenía la línea de carrera pero decidió apartarse en una maniobra que tomó por desprevenido al piloto alemán.
El alemán terminó estrellándose con la parte trasera del McLaren.
Schumacher pensó que Coulthard había actuado de forma deliberada para ayudar a Hakkinen en la lucha por el título y se fue a buscarlo al garaje de McLaren donde tuvieron que ser separados.
Solo ocho coches terminaron la prueba y el equipo Jordan, que llevaba 125 carreras sin haber conseguidos una sola victoria, quedó catapultado al primer y segundo lugar con el campeón mundial de 1996, Damon Hill, en frente de su compañero Ralf Schumacher.
Como quien aplica la famosa frase: "Los últimos serán los primeros".
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