El desplome del puente en Génova llevó a muchos a preguntarse por la situación de su "gemelo" sobre el lago Maracaibo. ¿Existe algún riesgo?
Expertos de Venezuela están seguros de que el puente General Rafael Urdaneta de Venezuela, diseñado también por el ingeniero Riccardo Morandi, no está en peligro de derrumbarse.
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Representantes del Colegio de Ingenieros, la Cámara de la Construcción y la Universidad del Zulia rechazan las advertencias de ingenieros europeos sobre fallas estructurales en el puente construido hace 56 años en el occidente venezolano.
"Son dos estructuras completamente diferentes. Este puente no se va a caer", afirma Oladys Troconis de Rincón, profesora de la Universidad del Zulia con especialidad en ingeniería química y excoordinadora de la comisión de profesionales que entre 1994 y 2000 velaron por la preservación de la obra.
Enrique Ferrer, presidente de la cámara de constructores de Zulia, donde está ubicada la obra y la región de mayor densidad poblacional de Venezuela, considera que los dos puentes comparten semejanzas "de aspecto, pero a priori no se puede decir que guarden relación en su estructura".
Antonio Brenchic, ingeniero estructural y profesor de la Universidad de Génova, levantó las alarmas sobre las potenciales fallas que comparten ambas estructuras.
A su juicio, Morandi cometió errores al calcular el envejecimiento del concreto armado. Otro desliz compartido sería el desgaste del acero.
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Ian Firth, expresidente de la Institución de Ingenieros Estructurales, una organización con sede en Reino Unido, se sumó a las advertencias.
A continuación te explicamos las principales diferencias que existen entre el puente Morandi de Génova y el del Lago de Maracaibo, de acuerdo con las explicaciones de los ingenieros venezolanos.
1. Tensores de acero, no de concreto
Un detalle poco conocido del diseño del puente Rafael Urdaneta es que no fue exclusivo de Morandi. El consorcio Puente Maracaibo, compuesto por mano de obra venezolana y extranjera, modificó el proyecto del arquitecto italiano.
Las fuentes subrayan una diferencia clave: el puente italiano está construido con tensores de concreto, mientras que los del venezolano son de acero galvanizado.
Los del Morandi son más "susceptibles", acota la profesora Troconis.
La experta recuerda que le resultaba increíble que estuvieran hechos de ese material.
"Los nuestros son de acero. Sí, han tenido problemas, pero son problemas que se arreglan con mantenimiento", destaca.
El ente venezolano encargado de su preservación ha reportado el retensado de sus cables y la sustitución de uno de ellos en la pila 25, hace ya 10 años. En 1979, los tensores de la pila 22 también se reventaron y sustituyeron por corrosión.
2. Resistente a corrosión y colisión
José Zavala, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Zulia (LUZ) y presidente de la Sociedad de Ingenieros Civiles del Zulia, destaca la resistencia del puente Rafael Urdaneta.
Celebra que haya resistido a "un ambiente agresivo" de altas concentraciones de nitrógeno, amoníaco y salinidad, así como dilataciones, cambios extremos de temperatura y agentes erosivos que viajan en el viento tropical.
Su deterioro, cree, es de niveles "normales" en una construcción de concreto.
Zavala da fe de que ha gozado de "buenas etapas de correcciones y técnicas adecuadas de mantenimiento" a su estructura en los últimos años, especialmente contra corrosiones para prevenir efectos en el acero.
Considera que el puente solo colapsaría ante eventos inesperados, como el movimiento de las fallas tectónicas del lago o una colisión de envergadura.
Un tanquero petrolero de Creole Petroleum, el Esso Maracaibo II, chocó en 1964 contra dos pilares del puente tras un cortocircuito. Parte de la obra colapsó. Siete personas fallecieron al caer al vacío.
"Como ingeniero civil, confío en el puente debido a la capacidad estructural que todavía tiene".
3. Mayor longitud y bases
La obra desplomada parcialmente en Italia se extiende por 1,2 kilómetros, se integra con una autopista principal y está ubicada sobre vías férreas en una zona meramente industrial.
La venezolana es siete veces más grande. Sus 8,7 kilómetros de longitud lo convierten en el segundo puente más extenso de América.
Sus 134 bases están ancladas 60 metros bajo el agua, a diferencia de las del puente italiano, que reposaban sobre el concreto con una altura de 45 metros.
Ambas estructuras son de hormigón armado y concreto pretensado. Son estéticamente parecidos, pues sus canales de tránsito vehicular parecen tableros suspendidos entre pilares con formas de ve invertidas.
El puente venezolano lo inauguraron en 1962, cinco años antes que el genovés. Un promedio de 45.000 vehículos de particulares y carga pesada cruzan sus vías entre las costas occidental y oriental del lago de Maracaibo.
Su sistema de pesaje de camiones no opera desde hace años, recuerda Marcelo Monot, expresidente del Colegio de Ingenieros, quien hace tres años denunció el abandono de las labores de mantenimiento de parte del gobierno.
"Bien construido"
La advertencia de expertos europeos coincide con un reciente incendio ocurrido en la pila 23 del puente venezolano durante una falla eléctrica general en el estado Zulia, que el gobierno de Nicolás Maduro calificó como un "acto terrorista".
Roberto Ramírez, ingeniero civil con estudios en reparación de estructuras afectadas, cree que el colapso del puente europeo y el incendio ocurrido en el suramericano no es más que una coincidencia.
"El puente sobre el lago es una estructura bien hecha, bien construida", dice.
El venezolano, insiste, "no va a colapsar".
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