El crecimiento económico de Estados Unidos se expandió un 4,1% en el segundo trimestre del año, el ritmo más alto en casi cuatro años.
Este incremento se vio sostenido por un mayor gasto de los consumidores, un aumento de la inversión empresarial y el incremento en las exportaciones, provocada por una carrera de las empresas para adelantarse a los nuevos aranceles comerciales impuestos por países como China.
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El presidente Donald Trump describió la aceleración económica como "increíble", y afirmó que ésta es prueba de que sus políticas están funcionando.
Pero muchos analistas muestran cautela y afirman que es probable que el crecimiento se enfríe en los próximos meses.
"En una línea: se ve estupendo, pero no durará", escribió Ian Shepherdson, economista en jefe de la agencia de análisis Pantheon Macroeconomics.
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"Proporciones históricas"
La economía estadounidense se expandió a una tasa de crecimiento promedio anual de 2,2% entre 2012 y 2017.
Trump había pronosticado que ésta se incrementaría a 3% o más como resultado de sus políticas, que incluyen recortes de impuestos, incremento en el gasto gubernamental y la imposición de nuevos aranceles a productos provenientes de China, México, Canadá y la Unión Europea.
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El informe presentado el viernes por el Departamento de Comercio muestra que las exportaciones crecieron más de 9%, el ritmo más rápido desde el cuarto trimestre de 2013, en parte debido a que las compañías estadounidenses quieren evitar los aranceles que le puedan poner a sus productos en el futuro próximo.
El gasto de los consumidores también se incremento un 4% en el segundo trimestre de 2018, frente al 0,5% que se registró en los tres meses previos.
La tasa de crecimiento anualizada para el primer trimestre del año también repuntó al 2,2% desde el 2.0%.
"Hemos logrado un giro radical económico de proporciones históricas", dijo el presidente Trump el viernes, y agregó que las ganancias serán sostenidas.
"Esto no es algo que ocurrirá una sola vez", dijo.
Análisis
Rob Young, reportero de negocios, BBC
Donald Trump tuiteó a principios de esta semana que Estados Unidos tiene "los mejores números financieros del planeta".
Eso no es del todo cierto y debemos decir que estos primeros cálculos de crecimiento económico están basados en datos muy breves.
Pero las cifras económicas del viernes son ciertamente buenas, y el presidente puede darse algo del crédito.
Su enorme paquete de recortes de impuestos ha mejorado el crecimiento. De forma perversa, también lo ha hecho su guerra comercial.
Justo antes de los aranceles que Pekín impuso en represalia contra Estados Unidos a comienzos de julio, las exportaciones de soya estadounidense a China se dispararon.
Esta es la primera vez desde las elecciones de 2016 que el crecimiento del país alcanza la meta del 4% que Trump se estableció durante la campaña.
Las últimas cifras de crecimiento son el doble de lo que eran en el primer trimestre. Pero los economistas advierten que es poco probable que duren.
Hay temores de que las numerosas peleas comerciales de Estados Unidos acaben por afectar el crecimiento económico del país.
Así que lo que ayudó a la economía en la primera mitad del año bien podría perjudicarla en la segunda mitad.
Inflación en camino
Aunque el informe del viernes mostró que la economía se está acelerando,el crecimiento está en línea con los pronósticos, y es comparable al registrado en años previos.
En 2014, el PIB estadounidense aumento un 5.1% en el segundo trimestre y 4,9% en el tercer trimestre.
Comparado con el segundo trimestre de 2017, la economía creció un 2,8%.
PNC Bank afirma que espera que el crecimiento económico alcance el 3,1% en 2018, asumiendo que las tensiones comerciales se disipen.
"Si Estados Unidos y sus socios implementan aranceles sustanciales y otras barreras comerciales, es probable que el crecimiento económico estadounidense sea mucho más débil que este pronóstico de referencia", escribió el economista en jefe Gus Faucher.
El informe también muestra que la inflación, que había estado apagada en años recientes, se incrementó un 2%.
Este es el segundo trimestre consecutivo que se ha alcanzado o superado la meta de la Fed de 2%, y es probable que haga que el banco central estadounidense siga incrementando las tasas de interés gradualmente.
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