Cuando tenía 57 años, el argentino Rubén Juan Vázquez trabajaba en un hotel en el balneario de Pinamar, en la provincia de Buenos Aires, y un huésped le dijo que se parecía a Juan Manuel Fangio.
El huésped también le dijo a Rubén que Fangio, mítico piloto de Fórmula 1 de los años 50, habría tenido un hijo y le recomendó que averiguara si quizás él era ese hijo.
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Esa conversación ocurrió en 1995, pocos años después de la muerte de un piloto que hasta hoy es recordado como un referente del automovilismo.
La vida de Rubén tenía poco que ver con el glamur del ídolo. En los 90, perdió el empleo en un ferrocarril y se fue a trabajar a la red hotelera de la costa argentina.
Ante la duda que le sembró aquel huésped, Rubén le preguntó a su madre, Catalina Basili, si aquella sospecha podría ser cierta.
Al principio su madre lo negó, pero cinco años más tarde murió su marido, quien había criado a Rubén como su hijo.
Ante este nuevo panorama, Catalina, a sus casi 90 años, llamó a su hijo Rubén y le reveló que él era fruto de un amor prohibido.
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Catalina y Fangio tuvieron un breve romance en los años 40, durante un corto período de tiempo en que ella estuvo separada de su marido.
Con la historia confirmada por su madre, Rubén buscó un abogado. Catalina decidió colaborar: registró ante un notario que Rubén era hijo de Fangio y acompañó buena parte de la disputa judicial hasta su muerte, a los 103 años, en 2012.
"Sólo lamento no haber convivido con él, pero fuera de eso, sólo siento orgullo y emoción", dijo Rubén.
La batalla judicial
Rubén nació en Balcarce, la misma ciudad natal del piloto. En su adolescencia incluso llegó a pedirle empleo, pero no creía tener algún vínculo con Fangio.
"Cuando entró a mi oficina y dijo que era hijo de Fangio, no tuve duda, son muy parecidos", dijo el abogado Miguel Ángel Pierri, que defendió a Rubén en el proceso legal.
Rubén tenía 63 años cuando se inició una batalla judicial que terminó hace unos días, 13 años más tarde.
La lucha en los tribunales tuvo varias etapas. La primera incluyó la exhumación del cuerpo del piloto para los exámenes de ADN en 2015.
Dos años después, con los resultados confirmados, Rubén fue autorizado para cambiarse el nombre en su documento de identidad, y así pasó a llamarse Rubén Juan Fangio.
Durante la investigación, hasta los tonos de voz de Rubén y de su padre biológico fueron analizados por un especialista estadounidense, como contó Pierri. "También son parecidos", afirmó.
La última etapa, según Rubén y su abogado, fue la declaración judicial de que Rubén era heredero de Fangio.
La fortuna del campeón está avaluada en más de US$50 millones, de acuerdo con los abogados que ya iniciaron levantamientos sobre las tierras, inmuebles y automóviles que dejó el corredor.
También entrarán en la cuenta las ganancias obtenidas a partir del uso de la marca Fangio en diferentes productos en el mercado internacional.
Rubén describe el proceso judicial como "una carrera y una batalla largas". Sin embargo, no dudó en embarcarse en él.
"Me sentí muy emocionado por la decisión de la justicia, me emocionó tener mi identidad reconocida y ser hijo del piloto que fue cinco veces campeón mundial de Fórmula 1", le dijo Rubén a BBC News Brasil.
Hoy, los 76 años, Rubén está casado, es padre de tres hijos, abuelo de siete nietos, y está jubilado.
Y parece que no le gusta que le llamen millonario. "No me gusta hablar de estos asuntos, pero lo que puedo decir es que todo lo que está pasando es importante, logré mi identidad y estoy feliz porque las cosas se están haciendo correctamente, como deberían ser", dice.
Hermanos a los 70 años
Las fotos actuales de Rubén Fangio muestran su parecido con el corredor, conocido en Argentina por la vida discreta que llevaba fuera de las pistas.
Oficialmente el piloto no tuvo hijos. Pero los exámenes de ADN confirmaron que otro argentino, Oscar ’Cacho’ Fangio, cuatro años mayor que Rubén, también es hijo del piloto.
"Cacho" fue corredor de automóviles de Fórmula 3 y convivió con su padre. También se llamaba Fangio en las pistas, pero sólo ahora está cambiando su nombre en los documentos.
"Fangio y la madre de Oscar vivían juntos y hay cartas, fotos y videos de los dos juntos, por ejemplo, en las carreras que el piloto participó en Alemania y en otros países de Europa", le dijo a BBC Brasil el abogado de Oscar.
Hoy, Oscar y Rubén se llaman hermanos, aunque se conocieron después de los 70 años de edad.
Recorrieron España juntos y de allí siguieron a Inglaterra, invitados por pilotos británicos, fans de Fangio, donde asistieron al torneo de Silverstone. "Estoy viajando con mi hermano y estamos felices, estamos disfrutando", dice Rubén.
El abogado de Rubén, Pierri, y el abogado de Oscar, Scarcella, afirman que los dos son, oficialmente, los únicos herederos reconocidos de Fangio.
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