Suele ser de color verde pero de vez en cuando -y por un breve tiempo- se transforma en un turquesa que parece del mar Caribe.
El Lago de Coatepeque, en el oeste de El Salvador, de origen volcánico y con casi 25 km cuadrados, es uno de los sitios elegidos por los locales y por el turismo extranjero para disfrutar practicar diversos deportes náuticos.
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Pero en los últimos años, que sus aguas verdes se transformen en turquesa, es un fenómeno que llama la atención de quienes viven en sus alrededores y de sus visitantes.
Lo que parece ser un fenómeno hermoso y llamativo, preocupa a las autoridades y fundaciones que investigan qué es lo que sucede en el lago y si esa transformación puede ser perjudicial para la salud humana y la vida acuática.
¿Qué tiñe al lago de turquesa?
La respuesta certera aún en un misterio, aunque hay varias hipótesis.
"En algunos años hemos encontrado que esa coloración está provocada por el crecimiento de las cianobacterias", le dice a BBC Mundo la ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales de El Salvador, Lina Pohl.
La funcionaria se refiere a la cianobacteria Microcystis aeruginosa, un alga con pigmentación verde-azul y que forma colonias de diferentes tamaños pudiendo poblar toda la superficie de cuerpos de agua estancada.
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"Es de considerar que las cianobacterias encontradas producen microcistinas, toxinas dañinas para la salud", destaca el informe de la Dirección de Ecosistemas y Vida Silvestre de El Salvador sobre el agua del lago analizada en agosto de 2017.
Sin embargo, las autoridades aseguran que no se han registrado casos de intoxicación.
"No hubo ningún impacto en la salud de las personas, ni siquiera cuando se comen los peces del lugar", añade Pohl.
Cuando se produce esta coloración, el gobierno de El Salvador lanza un protocolo que incluye proveer de agua a toda la zona, prohibir la pesca y toda actividad acuática mientras realiza estudios sobre el agua.
Hasta el momento, el Lago de Coatepeque cambió de color en 1982, 1997, 2006, 2012, 2015, 2016, 2017. Y este fenómeno sucede entre los meses de agosto y octubre, coincidiendo con la época de más lluvias en El Salvador.
¿Fenómeno volcánico?
Para la Fundación Coatepeque, que se encarga de la protección y conservación del medio ambiente de la cuenca del lago y el bienestar de las comunidades, las algas no son las responsables del cambio de color.
"En el lago existen cianobacterias, pero tienen un comportamiento permanente dentro del agua", asegura Alejandro Villacorta, Director ejecutivo de la Fundación Coatepeque.
"Si bien hay un incremento (de las cianobacterias) durante los fenómenos del cambio de color del lago, estas no son precisamente el motivo. Es justamente al revés: el cambio de color pareciera que alimenta la proliferación de las cianobacterias", explica a BBC Mundo.
La organización llevó adelante estudios con la Universidad de El Salvador y la Universidad de Suny Buffalo, Estados Unidos.
Los resultados preliminares señalan que "cada vez que hay un cambio de color, hay un vestigio de material color blanco, como polvo dentro de las algas, en las piedras. Son restos de diferentes minerales como azufre. Esto nos da la visión de que es un fenómeno volcánico", dice Villacorta.
Y agrega: "Existen unos cráteres jóvenes en el lago y los expertos sostienen que lo más seguro es que ellos sean la fuente de ese material que provoca el cambio de color".
Sin embargo, desde el Ministerio de Medio Ambiente niegan que exista una relación sísmica con la modificación de la tonalidad del lago.
"No tenemos evidencia que muestre que el cambio de color tenga que ver con la actividad volcánica", dice la ministra Pohl.
Contaminación
Las fuentes consultadas coinciden en que más allá del fenómeno del cambio de coloración, el agua del Lago de Coatepeque está contaminada.
"El lago de Coatepeque tiene una contaminación medianamente alta, su agua es recomendada para el uso de entretenimiento, de diversión pero no es un agua para tomar, ni tampoco para utilizar en el manejo de alimentos", asegura Villacorta.
"Esto es preocupante para esas 8.000 personas que viven en sus alrededores. Todo el agua que cae en las laderas va a parar al lago, entonces esa agua lleva fertilizantes de las plantaciones de café, basura, plásticos y el agua residual de las comunidades", explica.
Según la ministra, "el lago está contaminado, aunque no extraordinariamente según las mediciones, no tiene impacto en la población".
Sin embargo, aclara que "por métodos de clorado o hervido ningún agua de El Salvador se puede potabilizar".
¿Una pista?
La clave del cambio de color podría estar en el fondo del Lago de Coatepeque, según algunos estudios.
Las conclusiones del informe de la Dirección de Ecosistemas y Vida Silvestre de El Salvador de agosto de 2017 sugiere que la coloración del lago no la producen principalmente las cianobacterias, sino algún material que está entrando del subsuelo del lago y que hasta el momento se desconoce.
"Según la Universidad de Florencia, Italia, (que también investigó el fenómeno del lago) hay una emersión de los estratos de las aguas profundas", dice la ministra Pohl.
"Esto está provocado no solo por la contaminación sino por cambios en las condiciones climáticas, deslizamientos de tierra, pequeños temblores que siempre ocurren en esta zona. Pero hay que seguir investigando", asegura.
Para el director ejecutivo de la Fundación Coatepeque, "el equilibrio del agua se modificó tanto por la contaminación, como por la entrada de agua caliente o material volcánico".
"Lo extraño es por qué sucedió más frecuentemente en los últimos años y por qué en los mismos meses", analiza Villacorta.
Como sostienen las fuentes, habrá que seguir investigando las causas del cambio del color.
sta artículo se escribió en ocasión de la 8va edición del Foro Centroamericano de Periodismo (ForoCAP) de El Faro, que tiene lugar en San Salvador del 14 al 19 de mayo con la participación de BBC Mundo.