Se trataba de paquetes "postales" dejados en el exterior de las casas y que en realidad eran paquetes bomba.
Tras cuatro explosiones de este tipo que han dejado dos muertos y cuatro heridos en la ciudad de Austin, en Texas, las autoridades creen que se trata de un "atacante en serie" cuyos métodos se han "sofisticado".
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Una quinta bomba explotó en la madrugada de este martes en un centro de distribución de la empresa de mensajería Fedex, en la localidad de Schertz, a 100 kilómetros al sur de Austin.
El paquete, lleno de clavos y esquirlas, estaba programado para enviarse a Austin. Una persona resultó herida pero no requirió tratamiento, dijo la policía.
En diálogo con periodistas este martes, el presidente Donald Trump dijo que "las bombas en Austin son terribles".
"Este es obviamente un individuo muy, muy enfermo, o quizás varios individuos", añadió. "Llegaremos al fondo de esto".
Antes de la bomba del martes, el último incidente había ocurrido el domingo, cuando dos jóvenes de 22 y 23 años de raza blanca resultaron heridos al explotar un paquete que al parece se activó a través de un cable trampa mientras caminaban por un área residencial.
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Las otras tres bombas habían explotado en las puertas de algunas viviendas, luego que sus residentes abrieran los sobres sin destinatarios que alguien había dejado durante la noche.
Lo que ya queda claro para los investigadores es que detrás de las misteriosas explosiones que han estremecido la ciudad desde inicio de mes hay una conexión.
Y, presuntamente, un mismo responsable.
"Hemos visto similitudes en los dispositivos que explotaron aquí anoche (el domingo) y en los otros tres dispositivos. Claramente estamos lidiando con lo que esperamos sea un mismo autor de estos atentados en serie", afirmó este lunes el jefe de la Policía de Austin, Brian Manley.
Sin embargo, resaltó que con la cuarta explosión algo cambió.
"Lo que hemos visto es un cambio importante en el patrón de conducta: en las anteriores ocasiones se trataba de objetivos definidos, ahora es un ataque al azar contra personas que caminaban (por la calle)", señaló.
Pero más allá de esto, las autoridades permanecen en la incertidumbre y el miedo se apodera de la capital del estado.
Con la ciudad en alerta máxima, un concierto de la banda de hip-hop The Roots fue cancelado el sábado, luego de que los organizadores recibieran una amenaza de bomba por correo electrónico.
En busca del autor
En un inicio, las autoridades consideraron que detrás de la serie de explosiones podría haber un motivo racial, dado que los dos fallecidos y una de las heridas eran afrodescendientes, mientras otra de las lesionadas era latina.
Sin embargo, los heridos el domingo fueron dos jóvenes blancos, lo que supone un cambio, en opinión de la de la policía.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, no está claro quién está detrás de estos hechos o qué busca con ellos.
Manley consideró que, probablemente, los atentados "tenían la intención de enviar un mensaje", por lo que instó al responsable a contactar a la policía.
"No vamos a entender ese (mensaje) hasta que el o los sospechosos se comuniquen con nosotros para hablar ", añadió.
No obstante, el agente señaló que las autoridades no pueden confirmar aún si una ideología específica está detrás de los ataques.
La última explosión ocurrió horas después de que las autoridades de Texas anunciaran una nueva recompensa de US$100.000 por información que pudiera llevar a identificar al autor, lo que se suma a los US$15.000 que ya había ofrecido el gobernador del estado.
Desde que la primera bomba explotó el 2 de marzo, las autoridades han respondido a más de 700 alertas de artículos sospechosos.
¿Un nuevo Unabomber?
La noticia sobre la misteriosa aparición de bombas recordó a muchos el caso del llamado Unabomber, un anarquista y genio de las matemáticas que se convirtió en una de las personas más buscadas de en Estados Unidos.
Theodore J. Kaczynski actuó entre 1978 y 1995, y durante esos 17 años, envió 16 bombas que mataron a tres personas e hirieron a otras 28, algunas de ellas de gravedad.
El drama de estos ataques, unido a la intriga sobre la identidad del autor y a su famoso manifiesto -un ensayo de 35.000 palabras en contra de la sociedad industrial- cautivaron la atención de los estadounidenses por décadas.
Finalmente, fue su propio hermano quien lo entregó al FBI, que lo capturó en una cabaña rústica donde vivía recluido desde hacía una década en el estado de Montana.
Esta nota se actualizó el 20 de marzo de 2018 luego del reporte de una quinta bomba cerca de Austin.
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