Se trata de una prueba crucial, pero mujeres de todo el mundo la evitan.
Estas se muestran reacias a someterse a un procedimiento llamado citología vaginal o Papanicolaou, que puede detectar el cáncer cervical o de cuello de útero, porque les da vergüenza el "olor o la apariencia" de sus partes íntimas, desvela una encuesta realizada en Reino Unido.
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La organización Jo’s Cervical Center Trust encuestó a 2.017 jóvenes británicas y un tercio de ellas confesó que pospusieron la prueba por ese motivo.
La citología o Papanicolaou puede detectar los cambios celulares anormales que se producen en el cuello uterino antes de que se desarrolle la enfermedad.
El cáncer cervical es el más común entre mujeres de 35 años pero casi dos tercios de las encuestadas en Reino Unido reconocieron no ser conscientes de ese riesgo, apuntó la organización.
Su caso no es aislado. La situación se repite en múltiples países de diversas partes del mundo, desde Asia hasta América Latina y el Caribe.
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Ingenua y desinformada
Lauren Bennie esperó hasta los 30 años para hacerse una citología porque, según ella misma, era "una ingenua" que sentía vergüenza y que no sabía mucho sobre su propio cuerpo.
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"Muchas cosas tontas me echaban para atrás", reconoció en una entrevista con la periodista de la BBC Katie Silver.
"Me preocupaba que la enfermera, con solo mirar mi vagina, tuviera la habilidad mágica de adivinar cuántas parejas sexuales había tenido. Pensé mucho sobre qué tipo de ropa interior ponerme".
"No lo sabía en ese momento, pero la vergüenza que sentía por la prueba estaba dañando mi propio cuerpo", señaló la joven de 33 años.
Cuando finalmente se sometió al Papanicolaou, los médicos le dijeron que necesitaba hacerse más pruebas.
"Fue en ese momento cuando me tuve que enfrentar a palabras como discariosis (…) y comprendí la gravedad de la situación".
Los resultados médicos confirmaron que tenía células anormales que eran precancerosas.
"Fue aterrador. Sentí enfado más que miedo por haberme demorado tanto tiempo en hacerme la prueba".
Vergüenza por la forma del cuerpo
La encuesta realizada a mujeres de Reino Unido reflejó que el 35% de las jóvenes evitan realizarse citologías por la forma de su cuerpo, el 34% por la apariencia de su vulva y el 38% por preocupaciones por el olor de sus partes íntimas.
Un tercio señaló que no se harían esa prueba sin antes haberse depilado.
Alrededor de un 15% también señaló que faltarían a su prueba si tuvieran a esa misma hora una clase en el gimnasio o una cita para depilarse.
De los cinco millones de mujeres de Reino Unido instadas a realizarse un examen cada año, una de cada cuatro no acude.
El dato aumenta a una de cada tres entre mujeres entre los 25 y los 29 años, según los datos de Jo’s Cervical Center Trust.
Cuarto cáncer más común
El cáncer cervical es el cuarto cáncer más común en las mujeres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sigue siendo "un problema importante de salud pública entre las mujeres del mundo en desarrollo, especialmente en América Latina y el Caribe", destaca en un artículo Sylvia C. Robles, jefa de la Unidad de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Más de 83.100 mujeres fueron diagnosticadas de cáncer cervical en la región de las Américas y casi 35.700 mujeres fallecieron a causa de esta enfermedad en 2012, según los datos publicados por la OPS en su página web.
"Si se mantienen las tendencias actuales, el número de muertes por este cáncer en las Américas aumentará hasta 51.500 en el 2030", indica la organización.
La importancia de la prevención
El ratio de mortalidad puede disminuir gracias a la prevención, un diagnóstico temprano, un examen efectivo y un programa de tratamiento, según la OMS.
En el caso de Lauren, la prueba del Papanicolaou le permitió detectar a tiempo las células precancerosas.
La joven se tuvo que someter a una cirugía para que le quitaran una parte de su cuello uterino, pero si "hubiera pospuesto más tiempo" ese examen, "habría sido mucho peor".
"Mi citología podría haberme salvado la vida, por favor no aplacen la suya".
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