Chile pasó más de 70 días sin técnico luego de que el argentino Juan Antonio Pizzi renunciara el pasado octubre ante el fracaso de la Roja para clasificar al Mundial de Rusia de este año.
En ese tiempo, la selección sudamericana desapareció del escenario futbolístico internacional, el mismo en el que brilló y fue protagonista durante los últimos 10 años.
PUBLICIDAD
El fútbol chileno nunca había vivido una época tan gloriosa, con dos clasificaciones consecutivas a la fase final de un mundial; sus dos primeros títulos internacionales con la Copa América, jugada en su país en 2015, y la edición Centenario de 2016. También quedaron segundos en la Copa Confederaciones en 2017.
Estos fueron hitos posibles por la conjunción de un grupo de futbolistas que decidió sublevarse ante la historia y tuvo en Marcelo Bielsa y Jorge Sampaoli a dos técnicos que supieron canalizar el brío que llevaban en su interior.
Pero esos días de júbilo llegaron a un brusco final cuando Chile fue incapaz de clasificar a Rusia 2018, torneo que debería haber marcado el fin de la llamada generación dorada de figuras como Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Claudio Bravo y Gary Medel.
Un adiós que inevitablemente se adelantó en el calendario.
Es en este escenario, con una selección todavía sumergida en el dolor, lamentándose sobre lo que pudo ser y no es, que aparece la figura del colombiano Reinaldo Rueda, quien este lunes fue nombrado como nuevo seleccionador de la Roja.
PUBLICIDAD
Su llegada ha sido recibida más con cautela que con ilusión por la afición chilena, sorprendida por la elección de un técnico que no sólo rompe con diez años de presencia argentina en los banquillos sino que además nunca se ha calificado como un técnico "bielsista" en su carrera.
Para la prensa se trata más de una apuesta concienzuda, no por eso menos arriesgada, para hacer frente al desconocido futuro que se le avecina a la selección chilena de cara al Mundial de Qatar 2022, el principal objetivo del nuevo entrenador.
Antecedentes
Rueda asume las riendas de la selección chilena avalado por una carrera en la que parece sumar todos los requisitos que necesita Chile en este momento: experiencia, éxitos y un carácter formador para impulsar el recambio generacional.
El técnico colombiano, conocido como "El profesor" por su pasado de docente tras estudiar en Alemania, comenzó su carrera en el banquillo dirigiendo al modesto Cortulúa antes de dar el salto a la primera división con el Cali y después con Medellín.
Los primeros éxitos llegaron durante la etapa al frente de la selección juvenil de Colombia, cuando consiguió el tercer puesto en el Mundial de Emiratos Árabes Unidos en 2003 por detrás de Brasil y España.
En esa época, además, ganó el prestigioso Torneo Esperanzas de Toulon en 2000 y llegó a la final en 2001.
Aunque no tuvo suerte cuando le tocó dirigir a la selección mayor, con la que no pudo clasificar al Mundial de Alemania 2006, Rueda ya había cimentado su reputación como un entrenador que impulsaba el desarrollo de jugadores jóvenes.
Esa fama lo acompañó cuando dirigió la selección de Honduras, que clasificó al Mundial de Sudáfrica en 2010 después de 28 años ausente.
Y cuando lideró el equipo ecuatoriano, con el que consiguió el pase al Mundial de Brasil 2014.
Pese a los logros de llegar al Mundial, ninguna de las dos selecciones superó la primera ronda.
Método de trabajo
Ese fue el preámbulo de los que han sido sus años más exitosos en el ámbito internacional y como entrenador del Atlético Nacional de Medellín en Colombia.
Fue allí donde puso en práctica su fútbol basado en el orden, de presión y salir jugando con la pelota.
Quienes lo conocen destacan su método de trabajo moderno, estructurado en el detalle.
Obtuvo el Torneo de Finalización 2015, la Superliga de Colombia 2016, la Copa Colombia 2016, el Torneo de Apertura 2017 y la Copa Libertadores en 2016.
Ese año también fue campeón de la Copa Sudamericana, cuando el Atlético cedió el título al Chapecoense a raíz de la tragedia aérea sufrida por el club brasileño.
Entonces, Rueda fue reconocido como el mejor técnico de América.
Desafíos
El reto para Rueda será adaptar la filosofía de trabajo con la que ha hecho carrera a un fútbol chileno que necesita ahuyentar los fantasmas que han afectado en el pasado a la selección al final de un proceso exitoso.
Después del Mundial de España 1982, Chile pasó 16 años sin ir a este torneo. Logró la clasificación para Francia 98 gracias a la fabulosa dupla formada por Marcelo Salas e Iván Zamorano.
Pero después cayó en un precipicio futbolístico hasta el punto en que quedó de último en las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Japón y Corea del Sur 2002.
Ese es el panorama que debe evitar Rueda y para ello tendrá que darle cabida a nuevos jugadores aprovechando el fútbol que todavía queda en los pies de la llamada generación dorada.
En el horizonte aparece la Copa América de 2019, donde defenderá el bicampeonato, aunque el objetivo a largo plazo es el mundial de Qatar.
Surgen dudas sobre qué pasará con el grupo de jugadores que deberá ir dando un paso al costado cuando llegue el momento.
Vidal llegará con 34 años, los mismos que Medel, mientras Sánchez y Mauricio Isla lo harán con 33.
Jorge Valdivia, Jean Beausejour y Claudio Bravo superarán los 35, mientras que Edu Vargas tendrá 32.
Queda la pregunta sobre quiénes serán llamados a tomar el relevo.
En los dos últimos torneos sudamericanos sub20, en Uruguay 2015 y Ecuador 2017, Chile no pudo superar la primera fase y finalizó de último en su grupo.
De hecho, desde que llegó en tercer lugar en el mundial de esta categoría en 2007 -de la mano de los Vidal, Sánchez y compañía- la Rojita sólo logró la clasificación a una cita mundialista en 2013.
En Turquía llegó a los cuartos de final, pero de los 21 jugadores que formaron el plantel, solo Cristián Cuevas juega para un equipo profesional europeo, el FC Twente de Holanda.
No será nada fácil la tarea que tendrá Rueda al frente de la selección chilena.
Tendrá la responsabilidad de dirigir un proceso que seguramente marcará el adiós de la generación de jugadores que guió a Chile hasta la élite del fútbol en el mundo.
Ahora deberá tratar de regresar a ese exclusivo lugar.