No hace mucho el portero chileno Claudio Bravo seguía siendo el centro de las críticas más crueles de los medios de comunicación y de una buena parte de los aficionados al fútbol en Inglaterra.
De poco importó la espectacular actuación del capitán de la selección chilena en la Copa Confederaciones que se disputó en Rusia entre junio y julio, donde Bravo detuvo tres penaltis consecutivos en semifinales contra Portugal para avanzar al partido decisivo contra Alemania, que terminó perdiendo por la cuenta mínima.
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La llegada del brasileño Ederson pareció sentenciar el fin de Bravo, que tal vez sufrió la peor temporada de su carrera cuando llegó al Manchester City proveniente del Barcelona a petición del técnico Pep Guardiola en agosto de 2016.
Su debut en la Liga Premier, en el derbi contra Manchester United, marcó la pauta de lo que sería un año para el olvido.
Fue un error suyo el que propició el gol de Zlatan Ibrahimovic y quedó como la única mancha de la clara victoria del City sobre su rival de ciudad.
A partir comenzaron las risas, burlas y calificativos sobre Bravo, quien terminó siendo el señalado de los problemas defensivos que sufrió el Manchester City a lo largo de la pasada campaña.
Una de las leyendas del fútbol inglés, Ian Wright, resumió en su momento la percepción general: "Bravo es terrible".
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El momento
Bravo tuvo que asumir desde el comienzo de temporada un rol que nunca experimentó en su carrera: ser el portero número dos de su equipo.
Guardiola le dio los guantes a Ederson y el brasileño ha sido una de las revelaciones en la histórica marcha de Manchester City, que permanece invicto en la Liga Premier, lleva el récord de 16 triunfos consecutivos y suma 52 puntos de 54 posibles.
De los 18 partidos y más de 1.600 minutos disputados, Bravo sólo jugó 45 minutos, al tener que entrar al campo luego que el brasileño resultara lesionado por la patada que recibió en su rostro en el encuentro contra Liverpool.
Tampoco ha jugado en la Liga de Campeones y su participación ha quedado reducida a ser el portero titular en la Copa de la Liga, cuarta competición en importancia para el equipo.
Pero eso no ha sido un impedimento para Bravo, quien se ha convertido en el héroe del avance del City a la semifinales.
Primero tuvo una actuación destacada en la tercera ronda en la victoria sobre West Bromwich Albion, que llegó a disparar quince veces a su portería.
Luego fue determinante en la definición por penales sobre Wolverhampton Wanderers en octavos de final, teniendo tres intervenciones cruciales en tiempo regular y salvando los disparos de Alfred N’Diaye y Conor Coady.
Actuación que repitió este miércoles contra Leicester City, al detener el disparo decisivo de Ryad Mahrez.
El portero chileno fue la imagen que ilustró la cobertura del partido en medios deportivos alrededor del mundo.
"Manchester City mantuvo su invicto en 21 partidos en el fútbol inglés gracias, otra vez, a Claudio Bravo", escribió Eyewitness News en Sudáfrica.
"Claudio Bravo mantuvo vivo el sueño del cuádruple del Manchester City", título el Times en Inglaterra.
"Parece que revive cuando la pelota está detenida. Bravo ha salvado 10 de los 39 penaltis que ha enfrentado en tiempo regular, negando las celebraciones de oponente ilustres como Luis Suárez, Robin van Persie, Cesc Fàbregas, e incluso Ronaldinho", agregó en el texto.
"Bravo el héroe en dramático final", destacó el Guardian.
Cautela
Sin embargo, en medio de los elogios, muchos medios también pusieron en duda el futuro de Bravo en el norte de Inglaterra, en especial por la forma en la que el chileno reaccionó al abrazo que recibió de Guardiola al final del partido.
El periodista Stuart James, del Guardian, apuntó en su crónica que Bravo parecía inseguro, "como que es inevitable que va a cometer un error cada vez que la pelota llegaba a sus pies".
Y el error llegó, pero para suerte del chileno el balón bloqueado por Jamie Vardy no salió en dirección a la portería.
De allí que John Percy, de The Telegraph, sentenciara que "Bravo es tan calamitoso como siempre, ¿no es hora que Guardiola compre a un portero suplente confiable?".
Habrá que ver si Bravo, de 34 años, continúa con su redención y también logra cambiar la opinión de los detractores que todavía le quedan.