"Esta vez no pudieron, el amor le ganó al odio".
Estas palabras eligió Adriana, una abogada de 40 años, para anunciar durante una conferencia de prensa en Buenos Aires que era la "nieta recuperada número 126".
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La mujer -que pidió que no se dé a conocer su apellido- descubrió recientemente que es hija biológica de una pareja desaparecida durante el último régimen militar en Argentina.
Así se sumó a los otros 125 "nietos recuperados" gracias al trabajo de la organización Abuelas de Plaza de Mayo.
La presidenta del organismo, Estela de Carlotto, -quien recuperó a su propio nieto hace tres años- acompañó a Adriana en la conferencia.
Allí contó que la joven era hija biológica de Violeta Ortolani y de Edgardo Garnier. dos estudiantes de ingeniería de la ciudad de La Plata, en Buenos Aires, que militaban en una asociación estudiantil de izquierda.
Ortolani, de 21 años, fue detenida por los militares en diciembre de 1976 cuando estaba embarazada de ocho meses. Dio a luz en cautiverio en enero de 1977.
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Garnier, de 23 años, fue apresado un mes después cuando buscaba a su pareja e hija.
Ambos formaron parte de las cerca de 30.000 personas que fueron "desaparecidas" por las fuerzas de seguridad, según los organismos de derechos humanos.
En tanto, Adriana fue una de unos 500 bebés que fueron secuestrados por los militares y entregados a otras familias para que los criaran.
"No sabían"
La joven, que trabaja para el Estado, aseguró que sus padres adoptivos -que ya fallecieron- no sabían que ella era hija de desaparecidos.
También contó que supo que había sido adoptada luego de que sus padres murieron.
"Me enteré un sábado y ese mismo lunes fui a las Abuelas, quería saber si era hija de desaparecidos, más que nada por mi fecha de nacimiento", reveló, en referencia al período militar de 1976-1983.
En una entrevista radial con el periodista Reynaldo Sietecase, Adriana también dijo que tenía sospechas porque no había fotos de su madre embarazada y su nacimiento había sido registrado en un lugar diferente que el de sus hermanos.
Sietecase también habló con la abuela biológica de la joven, Blanca Díaz de Garnier, de 86 años, quien vive en la provincia de Entre Ríos, en el noreste del país.
Garnier, abuela paterna, dijo que le pareció "de ensueño" cuando Carlotto la llamó para informarle sobre el hallazgo de su nieta.
"Yo no sabía nada de nada, hace mucho que estoy esperando", contó.
Las mujeres revelaron que ya se habían comunicado telefónicamente y que planean conocerse pronto.
"Tengo una abuela… con 40 años, nunca se me cruzó la posibilidad de volver a decir abuela", afirmó Adriana, quien aseguró que este era "un momento muy feliz" para ella porque "se aclararon muchas dudas".
