A la verdad que la creatividad no tiene límites… Pero lo que sí parece tenerlos son las formas de llevar mensajes al público. ¿Por qué destruir violentamente un lujosísimo automóvil para comunicar la poca importancia que tienen en la vida las cosas materiales? Y, peor aún, ¿a quién se le ocurrió utilizar bates de peloteros insignes y heroicos para destruir carros llenos de armas de fuego y cadenas de oro con la supuesta intención de criticar al llamado bajo mundo, cuyas metas superficiales superan el poder de la sabiduría? Precisamente, lo que todo esto denota es el olvido de un elemento igualmente peligroso y que está acabando con nuestra sociedad: LA VIOLENCIA.
Para los que todavía no sepan de qué hablo, me refiero a la innecesaria y contraproducente decisión del reconocido y talentoso exponente de la música urbana Calle 13 a llevar a cabo los actos antes mencionados durante la grabación de su más reciente video musical. Y lo que más me preocupa es que, sin que quede duda alguna, se trata de un artista que tiene el don, el talento, la ventaja y el privilegio de contar con un poder de convocatoria y convencimiento que ya quisieran muchos políticos, aunque fuera para un día de fiesta.
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En esa misma línea, siempre me ha preocupado la utilización por parte de Calle 13 de “malas palabras” o soeces para llevar un mensaje que, de nuevo, estoy convencida de que es positivo. Pero por ahí dicen, y con mucha razón, “no hagas cosas buenas que parezcan malas”.
Entonces, regresando al punto inicial, lo que haga y diga este muchacho tiene peso, tiene consecuencias. ¿Estará él consciente y claro? Pienso que así debería ser, pues cuando lo conocí y entrevisté por primera vez —hace ya más de una década— percibí que se trataba de un artista inteligente, sagaz, con norte y propósito, lo que desde entonces se ha convertido en una especie en peligro de extinción.
Así las cosas, no se trata de lo que se diga o se haga. Se trata de cómo se exprese. Su mensaje de que, aun cuando se tengan los medios, lo material nunca podrá compararse con la satisfacción que brindan otros elementos espirituales, es muy oportuno. ¡Bravo y gracias por tu decisión de llevarles a tus seguidores ese precepto tan esencial para tener una vida buena! Es maravilloso que ahora su mensaje sea el de “vamos a portarnos bien”, porque estoy segura que al final así es.
Pero, amigo Calle 13, se trata de una gran idea peligrosamente ejecutada sobre todo para esos miles —aquí y en toda Latinoamérica, donde eres venerado— que no cuentan aún con la madurez para entender correctamente la intención de tu letra.
Quizás para tus manejadores, asesores o quienes sean quienes te acompañen en las labores creativas de un video, el manejarlo de otra forma no hubiera sido tan llamativo o controversial, es decir, poco “mercadeable”. ¿Pero no hubiera sido igual o más eficaz, por ejemplo, ejecutar visualmente la forma de vender o cambiar ese auto y esas prendas por dinero para llevarles comida y ayuda a los deambulantes, a aquellos que todavía viven en niveles extremos de pobreza? Y no hubieran tenido que buscar actores ni extras pues, lamentablemente, hay muchos hermanos boricuas cuya realidad de vida es esa.
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No soy creativa de videos ni nada que se parezca, pero estoy más que clara de que existen muchos con gran talento para resaltar de forma creativa y “mercadeable” los verdaderos valores que debemos cultivar los seres humanos sin la necesidad de utilizar la violencia.
Como bien dice el título de uno de sus temas, “vamos a limpiar el sucio”, pero cuidando que no “embarrarla más”. Éxito y bendiciones.
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