Sigue viva tradición del acabe del café

Un paseo a la fiesta del acabe en Maricao.

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Tras un largo camino campestre y lleno de curvas, bastante común en el paisaje borincano, varias decenas de quioscos de madera y zinc abarcan un sinnúmero de tipos de cafés y artesanías en la fiesta del acabe del café, que se celebra este fin de semana en Maricao.

Trovadores y plena ambientan el cambio constante de aromas, dejando claro que todavía en Puerto Rico se cultiva café y apartando las dudas de que, entre las montañas, es que se encuentra el buen grano. Y los hay de donde los prefiera, bien sea el conocido de Yauco o el propio de Maricao, Barranquitas y hasta de Orocovis y Jayuya, el café que prefiera, arábica, robusta y libérica, en grano o molido, y en variedad de precios, hasta para los que también el bolsillo se le degradó a chatarra tras las decisiones de Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch respecto a la deuda del país.

La fiesta del acabe del café es, sin duda, un buen lugar para olvidarse de las atribulaciones entre el paisaje montañesco y recordar los tiempos del jíbaro en la Isla.
 

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