Las mujeres han tenido un cambio impresionante frente a la sociedad pues aunque aún hay muchas limitantes de género, en cuestión de independencia se han adaptado al grado de que no necesitan a un hombre para salir adelante.
Esta independencia también ha llevado a una evolución en la reproducción humana que apunta a que ya no se sigue un patrón básico de apareamiento, es decir, que ya no se cree en la monogamia.
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De hecho, nuevos estudios sugieren que las mujeres están predispuestas, por su genética, a tener un plan b y c, si sus relaciones fracasan. Científicos de la Universidad de Texas han desafiado la suposición de que los humanos han evolucionado para tener relaciones monógamas, presentado la “hipótesis de cambio de pareja” que dice que dice que ahora buscamos seguir probando relaciones y buscando mejores opciones a largo plazo.
Se trata de una nueva estrategia de apareamiento que, según David Buss, doctor en psicología social, “romper con alguien y emparejarse de nuevo podría ser una de las características más comunes en la forma de aparearse humana, si no la estrategia más importante de todas”. Esto sin duda provoca que una se sienta más cómoda, segura y feliz.
Esto es una forma de tener un “seguro de pareja”, ya que a través de la poligamia, se puede mantener un compañero de respaldo en caso de un cambio que se justifica en el futuro. La nueva “programación” se debe a la idea de que un sólo compañero puede engañar, hacer trampa, morir o declinar sobre la pareja, lo que genera ansiedad ante la incertidumbre.
¿Te convence esta idea?