Hay personas que han estado comentando que el partido Proyecto Dignidad se está quedando sin futuro, comentarios que han aumentado ante el anuncio de la salida de la senadora Joanne Rodríguez Veve de las filas del partido en esta semana. Sin embargo, estas personas no entienden lo que nosotros entendemos. Proyecto Dignidad no es una persona; es un ideal de que las cosas pueden mejorar en Puerto Rico. Es la convicción de lo que es realidad versus lo que es distorsión de la realidad. Es el compromiso de poner juntos las manos en el arado y seguir trabajando en pos de los principios y valores que definen al pueblo puertorriqueño, los mismos que definen a Proyecto Dignidad. Hubo personas que empezaron con el partido y por diferentes razones ya no están. Estas personas sudaron con nosotros, rieron con nosotros y hasta lloraron con nosotros, dando la milla extra y ayudando a sembrar una semilla de esperanza. A estas personas, les decimos con humildad: ¡Gracias!
Reconocemos que un partido político no es algo estático, sino todo lo contrario, es sumamente dinámico, en movimiento y en cambio constante. Esa es la manera de crecer, con cambios constantes. El capítulo 15 del evangelio de Juan dice que, si una de las ramas de una vid no da fruto, es cortada y quitada, pero si da fruto, entonces es podada y limpiada para que pueda dar más fruto. Esto indica que aún cuando damos fruto, necesitamos ser podados para luego poder dar más fruto todavía. Proyecto Dignidad ya ha hecho historia en Puerto Rico en varias maneras, desde ser el partido por petición que más endosos pudo recoger en el menos tiempo, hasta ser el único fuera de los partidos tradicionales en quedar inscrito para un segundo y tercer evento electoral. También es meritorio contar que, tanto en 2020 como en 2024, el foco de los temas electorales cambió, insertando en el discurso eleccionario temas de moral y principios. Es irreal el pensar o querer adjudicar logros de esta magnitud a una sola persona o inclusive a un puñado de personas. Estos logros se consiguieron con el esfuerzo y compromiso de miles de personas identificados con lo que es Proyecto Dignidad.
Entonces, ¿cuál es el futuro de Proyecto Dignidad? Para poder contestar esta pregunta, es necesario entender la relevancia de este partido y su razón de ser. La visión de Proyecto Dignidad indica que se desea forjar un Puerto Rico donde la dignidad de la persona, las familias y las comunidades se exprese a cabalidad y que están comprometidos a defender, entre otras cosas, la vida, la familia, la comunidad, las libertades de conciencia y de expresión, la honestidad, la responsabilidad y el empresarismo social. Veamos entonces. ¿Todavía es relevante, para la sociedad puertorriqueña, la dignidad de la persona, las familias y las comunidades? La contestación es que sí. ¿Todavía es necesario defender la vida, la familia y las libertades constitucionales? La contestación es que sí. ¿Todavía es necesario trabajar arduamente para poder levantar el nivel económico de la familia puertorriqueña? La contestación también es que sí. Esto es indicativo de que Proyecto Dignidad todavía es necesario y relevante en la sociedad puertorriqueña como instrumento de cambio. Los principios y valores que el partido tiene hoy son los mismos que nacieron en 2020; ninguno ha cambiado, y ninguno puede cambiar hasta el 2030.
Confiamos y trabajamos para que más personas se unan a nuestra colectividad. Ahora nos toca a nosotros enfocarnos en nuestra misión de crecer y de llevar nuestro mensaje de esperanza a todo Puerto Rico, a través de nuestros Comités Municipales y de nuestra gente. Mientras el Partido Nuevo Progresista continúa hablando de que hacen las cosas que hacen para “ganar”, primero por boca de Thomas Rivera Schatz, y esta semana por boca de Santini, Proyecto Dignidad sigue enfocado para que seamos todos nosotros, los puertorriqueños, los que ganemos. ¡Seguimos con las manos en el arado!

