Durante las pasadas semanas, se ventila ante el Tribunal federal la intención de New Fortress Energy de transportar gas natural licuado a la Bahía de San Juan, poniendo en riesgo la salud, la seguridad y la vida de todas las personas que residen en Puerto Rico. El gobierno no solo ha sido incapaz de defender el interés público, sino que, escandalosamente, se unió del lado de los demandados, New Fortress, en vez de estar del lado de los demandantes, quienes representan al interés público.
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New Fortress pretendía transportar un combustible altamente volátil abandonando las medidas de seguridad existentes. Por esta vital razón, fue el gremio de prácticos —y no el gobierno de Puerto Rico— quien acudió al Tribunal federal para intentar evitar que sucediera una explosión y tragedia peor que la de CAPECO en 2009, según la prueba pericial presentada durante las vistas.
Los prácticos, quienes ofrecen un servicio esencial según la ley, son personas experimentadas y con el conocimiento del lugar en que navegan, cualificándolos para dirigir a vista el rumbo de las embarcaciones. Estos prácticos laboran en la Comisión de Practicaje de Puerto Rico. Sin embargo, la presidenta de esta Comisión ha estado ausente de las vistas y del país por estar de vacaciones durante la emergencia más importante en este momento.
Es importante resaltar que el gobierno de Puerto Rico, es decir, la Comisión de Practicaje, no está del lado del interés público que defienden los prácticos demandantes, sino que ha optado por representar intereses privados de New Fortress, quienes atentan contra el interés público. La barcaza con gas natural licuado tarda alrededor de dos días en atracar, y durante todo ese tiempo, desde que entra, no puede haber movimiento alguno en la Bahía debido a la altísima peligrosidad. Eso significa que no entran nuestros alimentos, ni medicinas, ni sale nada. Y si se encalla, no pudiera haber movimiento alguno en la Bahía hasta que se resolviera, lo que puede tardar semanas. Agradecemos al gremio de prácticos por velar por nuestras vidas.