Opinión

NO a la remilitarización de Puerto Rico

Lee aquí la columna del representante por el Partido Independentista Puertorriqueño

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Denis Márquez + columnista

La reanudación de prácticas militares en territorio puertorriqueño con la anuencia del bipartidismo representa un gran retroceso para nuestra paz, seguridad y desarrollo. También, contravienen la voluntad expresada por el pueblo de Puerto Rico, que se unió en un contundente rechazo a la militarización de Puerto Rico al punto de lograr la salida de la fuerza militar más poderosa del mundo de parte de nuestro territorio.

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Las prácticas militares del ejército estadounidense han operado, en el pasado y hoy día, como una de las manifestaciones más crudas del sistema colonial. Por décadas, la presencia militar, tanto en las islas municipio de Vieques y Culebra, así como en la Isla Grande, operaba a través de un principio de segregación y beneficiando a la milicia estadounidense con privilegios, como el uso gratuito e irrestricto del agua proveniente de nuestros cuerpos de agua, así como la privatización de bienes de dominio público, particularmente nuestras costas.

Al día de hoy, Estados Unidos no ha cumplido con su obligación de limpiar las miles de bombas vivas que generan una gran contaminación vinculada a la gran incidencia de cáncer en las personas en Vieques. Tampoco se ha materializado la devolución y el desarrollo pleno de espacios de alto valor y potencial. Ahora, remilitarizan el sur de la isla con desembarcos anfibios en un balneario de Arroyo.

Permitir la utilización de nuestro territorio y recursos para llevar a cabo operaciones militares en respuesta al llamado de Donald Trump no es en “defensa de la seguridad, la paz y la estabilidad regional”; es hacer de Puerto Rico cómplice de la remilitarización.

En la medida que sigamos siendo colonia, permaneceremos siendo meros espectadores de las decisiones sobre nuestros recursos y futuro. Como si no bastara la imposición de los intereses económicos ajenos a Puerto Rico por medio de la Junta de Control Fiscal, ahora en pleno siglo 21, los intereses militares estadounidenses se imponen, nuevamente, ante la voluntad del pueblo puertorriqueño. Nos corresponde exigir un verdadero proceso de descolonización y eliminar permanentemente la relación de subordinación política que nos impide el pleno desarrollo como pueblo.

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