Opinión

Puerto Rico: la clave para el ‘reshoring’ de los Estados Unidos

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Alejandro Figueroa + Columnista

La pandemia de COVID-19, las tensiones geopolíticas y la interrupción de cadenas de suministro globales han llevado a los Estados Unidos a reexaminar su dependencia de la manufactura extranjera. En este contexto, la política de reshoring —el retorno de la producción y manufactura al territorio estadounidense— ha tomado un papel protagónico en la agenda federal. Puerto Rico, por sus características únicas, está perfectamente posicionado para desempeñar un rol clave en esta estrategia.

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Examinemos las ventajas competitivas de Puerto Rico. Nuestra isla ofrece una combinación de ventajas económicas, geográficas y políticas que la hacen un socio ideal para la implementación del reshoring. Como territorio no incorporado de los Estados Unidos, Puerto Rico opera bajo el sistema legal y regulatorio estadounidense. Esto minimiza riesgos legales y facilita el cumplimiento de normativas federales para las empresas. Su ubicación en el Caribe posiciona a Puerto Rico como un puente natural entre Estados Unidos, América Latina y Europa. Esto lo convierte en un centro logístico ideal para la exportación de productos hacia mercados clave. La isla cuenta con una fuerza laboral educada y bilingüe, lo que facilita la adaptación de las empresas a las demandas de alta tecnología y manufactura avanzada.

Puerto Rico tiene una larga historia como líder en la manufactura farmacéutica, biotecnológica y de dispositivos médicos, con instalaciones de clase mundial que pueden ser aprovechadas para expandir operaciones en sectores emergentes. Programas como la Ley 60 (anteriormente Ley 20/22) y los créditos fiscales federales, junto con el programa de Zonas de Oportunidad, ofrecen incentivos atractivos para atraer inversiones.

La administración federal del presidente Donald Trump ha dejado claro que el reshoring es una prioridad para proteger la seguridad económica y nacional de los Estados Unidos. Puerto Rico puede alinearse con estas prioridades de varias maneras. La pandemia demostró la necesidad de reducir la dependencia de medicamentos esenciales provenientes de China e India. Puerto Rico, con su infraestructura existente en farmacéutica y biotecnología, puede ser el centro de producción para garantizar el suministro nacional.

Los esfuerzos para reshoring también incluyen tecnologías de punta y energías renovables. Puerto Rico puede atraer manufactura de paneles solares, baterías y otros componentes esenciales en la transición hacia energías limpias. Si bien la isla enfrenta ciertos costos de producción más altos que algunos países en desarrollo, como lo es el costo energético, sus ventajas regulatorias y logísticas pueden compensar estas diferencias, especialmente en industrias de alto valor agregado.

Aunque Puerto Rico tiene un potencial significativo, también enfrenta retos que deben ser atendidos para maximizar su rol en el reshoring. La inestabilidad del sistema eléctrico es una preocupación. La transición hacia energías renovables y la modernización de la red eléctrica son prioritarias para garantizar una oferta confiable y competitiva. Agilizar los procesos de permisos y eliminar trabas burocráticas, como lo está haciendo la administración de la gobernadora Jenniffer González Colón, es crucial para atraer inversiones. Se necesita una estrategia robusta para promover a Puerto Rico como destino de reshoring. Esto requiere colaboración entre el gobierno local, el sector privado y las agencias federales. El liderato por parte del secretario de Desarrollo Económico, Sebastián Negrón Reichard, en el despliegue y coordinación de estas estrategias será clave.

La implementación de la política de reshoring podría tener un impacto transformador en Puerto Rico. La llegada de nuevas empresas impulsaría la creación de empleos bien remunerados en sectores de alta tecnología. Reducir la dependencia de sectores tradicionales como el turismo, redundará en la ampliación de la base económica de la isla, que será de vital importancia para el progreso económico de esta a largo plazo. Además, un aumento en la actividad económica mejoraría los ingresos fiscales del gobierno local, ayudando a reducir la deuda pública y fortalecer las finanzas del Estado.

Puerto Rico tiene una oportunidad única para posicionarse como un actor clave en la estrategia de reshoring de los Estados Unidos. Su historia, infraestructura y ubicación geográfica lo convierten en un lugar ideal para recuperar la producción crítica y fortalecer la seguridad económica del país. Aprovechar esta oportunidad requiere visión, planificación y colaboración entre todos los sectores. La gobernadora y el secretario Negrón Reichard han puesto el proceso en marcha con las gestiones pertinentes en Washington, D.C.; con la colaboración del liderato del sector privado, lograremos que Puerto Rico sea parte integral de la solución para un futuro más resiliente y próspero para nuestra nación.

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