Por los pasados años en infinidad de ocasiones he señalado que la UPR además de estar en quiebra económica y fiscal está en quiebra administrativa y académica. A mi juicio, no ha habido en pasadas administraciones de la institución la capacidad, la determinación ni la valentía para hacer lo que se sabe que hay que hacer para lidiar con esas circunstancias.
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Ante esta situación en diversas ocasiones he señalado aquellos asuntos que por parte de las autoridades considero necesario resolver con un sentido de urgencia para restituir la institución al sitial que se requiere para la sociedad puertorriqueña.
Luego de haber leído la carta que el Licenciado Robert Mujica director ejecutivo de la Junta de Supervisión Fiscal le enviara a la Gobernadora con fecha del pasado 30 de mayo en la que este se queja de que el presupuesto sometido para el próximo año fiscal para la UPR por el presidente Miguel Muñoz no cumple con los acuerdos establecidos por la Ley PROMESA pues excede los limites acordados con la JSF. Señala que el presidente Muñoz pide más dinero de lo que la institución puede confrontar.
Le pide al presidente que adopte un enfoque más estructurado y responsable otorgándole a la institución un plazo de hasta el día 15 de junio para que someta un nuevo presupuesto conforme a las exigencias de la JSF.
Como ya mencioné considero necesario con un sentido de urgencia resolver una serie de asuntos para restituir la institución al sitial que se requiere para la sociedad puertorriqueña. Veamos:
- Desde hace más de ocho años se sabe que hay una enorme cantidad de programas académicos - más de 100- que están duplicados, que han perdido pertinencia y no tienen demanda por parte de los estudiantes, pero esta situación no se abordó hasta poco antes de la salida del pasado presidente y se hizo de forma unilateral lo que provocó el rechazo de prácticamente toda la comunidad universitaria. Es necesario urgentemente revisar, modificar, integrar y eliminar aquellos programas que no proceda conservarse.
-Es necesario instituir nuevos programas académicos de corta duración por los cuales existe hoy una gran demanda.
-Es necesario integrar administrativa y académicamente recintos que están a distancias de 15 y 20 minutos unos de otros, con costosa duplicidad. Un ejemplo es el recinto de Utuado. Ese recinto, que no se justifica en su actual estado con un presupuesto de $15 millones anuales, con una capacidad para 3,000 estudiantes, tuvo el pasado año una matrícula de alrededor de 289 estudiantes, a un costo prohibitivo de alrededor de $53,000.00 anuales por estudiante, con una tasa de graduación de sólo 18%.
-Se debe restituir el College Board e implantar otras medidas para estimular el reclutamiento y matrícula de estudiantes a la institución. Ante la pérdida de estudiantes sufrida por la institución este requisito (College Board) se eliminó, lo que ha tenido el efecto de reducir la calidad de los estudiantes que se reclutan sin aumentar sustantivamente el estudiantado.
-Es necesario prestarles atención a los constantes señalamientos de la Junta de Supervisión Fiscal al pasado presidente por el mal manejo de los fondos que se le asignan a la institución y a la realidad que el director ejecutivo Robert Mujica le señaló que la cantidad de estudiantes matriculados en la institución ha disminuido en 32 % desde el año 2017 pero el presupuesto ha disminuido por solamente 8%. Igualmente, cómo desde el 2022 los fondos a la institución han aumentado anualmente.
-Es necesario tomar seriamente en consideración el hecho de que en las universidades públicas de los Estados Unidos el promedio de asignación de fondos estatales a esas constituye el 25 % del presupuesto de la institución, mientras que en Puerto Rico esta asignación constituye el 75 % del presupuesto de la UPR.
-Es necesario y urgente instituir programas efectivos de búsqueda de recursos económicos por parte de los exalumnos y de las empresas privadas como los que tienen otras universidades locales y del exterior. Ante la actual situación de crisis fiscal del gobierno, no se puede limitar a exigir que el Estado continúe sufragando la institución al mismo nivel de hace tres décadas.
-Según le recordara Robert Mujica al expresidente que, en la notificación de la JSF durante el proceso de certificación del presupuesto del 2025, él no había presupuestado $14.7 millones para cubrir los costos de las cuotas anuales ni los gastos de las visitas de evaluación y acreditación de 258 acreditaciones en los 11 recintos y solicita a la JSF que es necesario hacerlo. Le señaló además que es necesario establecer prioridades a tono con la misión de la universidad y que esto requiere decisiones difíciles para cumplir con los retos institucionales.
- Es necesario establecer unidades académicas en distintos estados de la unión como Florida para cubrir por las necesidades de educación universitaria de los puertorriqueños e hispanos que allí residen. La UPR, distinto a otras instituciones privadas, no lo ha hecho mientras universidades privadas locales lo han hecho con éxito.
-Es necesario establecer un recinto virtual como el que el Dr. Norman Maldonado había diseñado y estructurado para educación a distancia de los estudiantes.
Para enfrentar las actuales circunstancias las características más importantes que a mi juicio deben ostentar tanto el presidente de la UPR como los miembros de la Junta de Gobierno son: poseer y dominar las destrezas gerenciales y administrativas; ser un buen recaudador de fondos; tener un conocimiento cabal de la universidad así como de la problemática fiscal e ideológica actual y más que nada tener un carácter fuerte, poseer gran valentía y el carapacho necesario para tomar las decisiones antipáticas que tendrá que tomar sin que le tiemble el pulso y sin temerles a las críticas y consecuencias. A mi juicio, las características enumeradas han estado ausentes para lidiar con las circunstancias en que se encuentra la institución.
Al presente se está llevando a cabo un proceso para la selección de un nuevo presidente de la institución.
El pasado jueves 13 de febrero se procedió a nombrar por la Junta de Gobierno al Dr. Miguel Muñoz como presidente interino. Confío en que el presidente interino Dr. Muñoz esté llevando a cabo un proceso mediante el cual se comience a revertir la actual situación de la UPR y crear el ambiente y las condiciones para que el próximo presidente pueda llevar a cabo la labor de reforma arriba señalada que necesita y malamente requiere la Universidad de Puerto Rico.
Gobernadora hay que darle prioridad a la UPR.