Mayo y Junio se destacan por ser dos meses del año donde se reconoce el esfuerzo, el compromiso y la dedicación de muchos estudiantes durante el año escolar o académico. Las escuelas y las universidades llevan a cabo ceremonias de logros y graduaciones, en las cuales el estudiantado celebra con alegría y entusiasmo los frutos del trabajo realizado durante su jornada escolar o universitaria. De igual manera, se reconoce la labor de las madres, padres y personas encargadas quienes son pieza clave para el éxito académico y profesional del estudiantado.
La graduación es un evento significativo para el estudiantado, para muchos, significa cambio de grado, admisión a la universidad o inserción al mundo laboral. Para la juventud que culmina la Escuela Superior o la universidad, representa un reto adicional porque deben analizar las ofertas académicas o laborales que les favorezcan para quedarse en Puerto Rico. El país celebra a miles de jóvenes que con mucho sacrificio han logrado completar sus grados académicos, sin embargo, seguimos llegando tarde para retenerlos. Los pocos esfuerzos realizados carecen de un análisis profundo de la situación actual de la juventud en temas de educación, empleo, vivienda y salud (física y mental).
Urge impulsar programas accesibles y flexibles a las necesidades de nuestra juventud como programas para futuros empresarios, maestros, médicos, trabajadores sociales, psicólogos, entre otros que contribuyan al fortalecimiento social. Para jóvenes que culminan sus estudios escolares, crear espacios de mentoría para la vida universitaria e incentivar económicamente su participación, fomentar alianzas con municipios donde jóvenes puedan desarrollar actividades comunitarias. Para jóvenes universitarios, realizar pareos de patrono y estudiantes que cumplan con el perfil de la agencia u organización. Crear una plataforma de transición al campo laboral con diversas ofertas de empleo disponibles, realizar acuerdos con municipios para internados, empleo temporero o empleo permanente, entre otros esfuerzos que sean necesarios para que nuestra juventud en mayo o junio de cada año no tengan que decidir si quedarse o irse de su patria.