Opinión

El endoso de Ricky y los chicos del chat

Lea la columna del sociólogo Emilio Pantojas García

Metro Puerto Rico
Emilio Pantojas Metro Puerto Rico

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El endoso del expulsado gobernador Ricardo Rosselló a su ex secretario de la gobernación y jefe de gabinete, William Villafañe ha generado una intensa controversia que “pica y se extiende” como dicen en el argot beisbolero. La aparición en persona el domingo 7 de enero de Ricardo Rosselló para intervenir en la política electoral del Partido Nuevo Progresista pretende ser la culminación de un proceso de “restauración” de Ricky y los participantes del infame chat de Telegram que causó la expulsión del gobernador en julio de 2019.

Enfatizo EXPULSIÓN, pues aunque formalmente el gobernador renunció, lo hizo porque durante 15 días consecutivos de protestas intensas se vio obligado a renunciar. Rosselló perdió toda legitimidad y su “renuncia” fue la aceptación formal de la expulsión sumaria que exigió el pueblo que se tiró masivamente a las calles a protestar. Además del gobernador, los chicos del chat fueron “renunciados” o destituidos de sus puestos y posiciones en la vida pública.

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No obstante, las memorias cortas de muchos/as han permitido, si no viabilizado, el retorno de algunos de los chicos a la vida pública como analistas, estrategas y activistas del PNP. El argumento es, lo pasado pasó, hay que pasar la página, perdonar y olvidar. Los chicos del chat, que se burlaron, difamaron y conspiraron para arruinar vidas y carreras, deben ser perdonados y restaurados.

Como cristiano (soy evangélico desde que nací), creo en el perdón y en la restauración de cualquier ser humano. No obstante, en la tradición cristiana el perdón es precedido por la confesión, el arrepentimiento y la enmienda de los caminos torcidos; vete y no peques más, dijo Jesús a la mujer adúltera a la que libró de ser lapidada.

No sé ustedes, pero yo no he visto actos de confesión, compunción y arrepentimiento de parte de ninguno de los chicos del chat, tampoco de enmienda de sus caminos. Lo que veo es la desfachatez de quién entiende que su delito fue cuestión de un mal momento, pero que aquí no pasó nada. El problema no fue la dimensión inmoral de lo que hicieron sino que “los cogieron en el acto”.

En X (antes Twitter) se esbozan los argumentos y coartadas de los chicos para justificar su absolución perentoria de sus fechorías. En un intercambio que tuve con uno de los chicos en X le dije que hablaba con falta de buen criterio. Me respondió que definiera mal criterio, y le respondí con evidencia de su participación en el chat, a lo cual respondió, ese no fue mi mejor momento, y dio por terminado el intercambio.

En la narrativa de las redes el último giro de la negación rossellista es que Ricky no fue expulsado, que renunció porque amenazaron de muerte a él y su familia. Participé diariamente y escribí 7 columnas de opinión durante las protestas de julio del 2019. Nunca escuché de amenazas de muerte ni al gobernador, ni a su familia, ni a los chicos del chat. Así que verifiqué con colegas y hasta con el chat de inteligencia artificial de Bing, por si había algo que se me escapaba.

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Esto me dijo el chat:

No encontré información específica sobre una amenaza de muerte contra el gobernador Ricardo Rosselló en el verano de 2019. Sin embargo, durante ese período, hubo una serie de protestas en Puerto Rico conocidas como “El Verano del 19″. Estas protestas se iniciaron el 13 de julio de 2019 a raíz de la filtración pública de las conversaciones privadas de un grupo de Telegram entre el gobernador Ricardo Rosselló y sus colaboradores y ex colaboradores. En estas conversaciones, se habrían hecho comentarios homofóbicos, discriminatorios y de burla hacia las víctimas del huracán María de 2017. Las protestas culminaron con la renuncia de Rosselló el 24 de julio de 2019.

Ricky, el exgobernador expulsado Ricardo Rosselló Nevárez, no tiene la estatura moral para ser referente de ningún aspirante a cargo que se precie de íntegro, honesto y servidor del pueblo. Hasta la inteligencia artificial está clara sobre el registro histórico de la infamia del chat. Ricky y sus chicos son la estampa de la mala gobernanza y del cinismo de la kakistocracia que nos gobierna.

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