Hoy comienza la temporada de ventas navideñas para este año 2024. Hoy es miércoles naranja, en dos días es el viernes negro y en cuatro, el llamado ciberlunes.
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El miércoles naranja fue proclamado por empresarios puertorriqueños desde hace unos años con el fin de promover las ventas en los comercios locales, que hasta hace poco representaban el 96% de los establecimientos en la isla y el 83% de la clase trabajadora en Puerto Rico. Ha sido un gran esfuerzo para contrarrestar las grandes ofertas y agresivas promociones de las cadenas del viernes negro. Sin embargo, desde hace ya varios años el viernes negro ya no es como antes. Las grandes cadenas adelantan mucho sus ofertas y no dejan que ocurra el frenesí que veíamos esos viernes de madrugada, que a fin de cuentas se convertían en promociones contraproducentes para ellos y en burlas ciudadanas hacia los consumidores que caían atrapados en las ofertas de los plasmas.
En lo que respecta al ciberlunes, el gran reto local lo tiene el Departamento de Hacienda para atrapar los impuestos de todas esas ventas que se producen a través del internet y que en su gran mayoría no le dejan dinero al fisco, por ende, a la economía local.
Aun con los cambios estratégicos de esos grandes comercios, estos días se convierten en el kickoff de la temporada de bonanza económica para Puerto Rico y el medidor perfecto de cómo anda el bolsillo del consumidor.
El comportamiento que observemos de los consumidores a partir de hoy y el resto de la temporada navideña, será también clave para aquellos que buscan puestos electivos en el 2024 ya que tendrán que ajustar su discurso en el tema económico a lo que veamos en este último mes del año prelectoral.
Lo he dicho antes y lo repito, el tema económico será el más importante en este ciclo electoral próximo. Quien no lo entienda, esta más que desconectado de nuestra realidad de pueblo.
La gente necesita trabajo, oportunidades de desarrollo y esperanza para superarse profesionalmente. Todo lo demás es colateral. Hay quien diría que tenemos que resolver el estatus político primero. Pudieran tener razón, pero ello no ocurrirá en el futuro inmediato. Así que, urge un plan económico local o nacional (como lo quiera llamar) que tenga permanencia y sea una herramienta para todos, a largo plazo. No podemos depender de una economía informal, de ayudas federales no recurrentes que vienen con los desastres naturales o de una débil economía de servicio.
Necesitamos pilares económicos de donde sostenernos para lograr una estabilidad económica general, que nos permita construir un futuro esperanzador que nos provea cosas como una seguridad alimentaria que no tenemos hoy en día.
Hoy empieza la época de más gastadera entre los boricuas. Seamos prudentes al vaciar nuestros bolsillos, al tiempo que exijamos a nuestros gobernantes que trabajen para que tengamos un sistema económico duradero. Que la bonanza económica no sea solo para esta época del año, que sea para los 365 días.
¿Qué usted cree?