Opinión

Impunidad y ausencia de un plan

Lea la opinión de Rafael Lenín López

Metro Puerto Rico

Por eso no tenemos paz.

Anoche presenté el especial “¿por qué no tenemos paz?” como parte de unas reuniones de país que queremos hacer desde Primera Pregunta que se transmite en Telemundo todas las tardes y fue dramático ver las distintas caras del problema a del crimen en Puerto Rico. La respuesta surgió de esa discusión. ¿Por qué no tenemos paz? Por la impunidad y la ausencia de un plan educativo agresivo y visible, así como de un plan de país a largo plazo que nos permita tener unas próximas generaciones con más altos valores de vida y solidaridad con la sociedad.

Fue dramático escuchar los testimonios de tres mujeres, madres, y un padre. Exhibían frustración y hasta cierto punto sentirse haber pasado por un proceso de doble victimización con la muerte violenta de sus hijos, más el no esclarecimiento de sus casos.

Escuchar a Elizabeth, madre de Gabriel de 23 años asesinado en el 2019 en un negocio de la Calle Loíza de Santurce, Michelle, madre de Nashalí de 22 años asesinada en el 2020 en Villalba, y a Yamilette, madre de Ferdinand asesinado en el 2021 cuando salía del distrito de convenciones, conmueve. Ellas son víctimas del crimen también. Todas tienen algo en común: los crímenes no han sido esclarecidos y los responsables por estos casos no han sido enjuiciados.

Del programa surgió que los esclarecimientos de los crímenes, a nivel de la Policía de Puerto Rico, está a niveles inaceptables, entre un 35% y un 40%. Surgió además que no hay comunicación entre los investigadores de los crímenes y los familiares de las víctimas lo que agrava la desesperanza de todos.

También dramatizamos en el programa el problema de deserción escolar que tenemos en el país con sobre 8 mil estudiantes que salieron o no llegaron a nuestras escuelas, particularmente entre las edades de 15 a 16 años, cursando el undécimo grado, edad promedio en la que comienzan en su apogeo los delincuentes. El Secretario de Educación nos dijo anoche que trabajan en un plan curricular para evitar que eso continue y nos garantiza que tendremos unas mejores próximas generaciones. Pero, no se siente desde la dirección de ese Departamento o de otros vinculados a este problema social, como el Departamento de la Familia, ese trabajo intenso que se proclama.

El exgobernador Alejandro García Padilla reiteró ayer en el programa que es necesario aumentar el nivel de esclarecimiento en la Policía y que es imperativo discutir la legalización de las drogas, a lo que el Gobierno federal a través del subdirector de la DEA no parece estar muy abierto.

El senador Thomas Rivera Schatz aseguro que es momento de respaldar a los policías y fiscales en su trabajo investigativo, reconociendo que es uno arduo y complejo.

Desde la cárcel nos habló uno de los convictos por el asesinato de Nicole Muñiz, una joven de 16 años que murió asesinada por una bala perdida cuando pasaba por frente a un caserío en la avenida Las Cumbres de Rio Piedras y quedo atrapada en un intercambio de disparos entre dos grupos. A él le planteamos también el problema de reglas entre delincuentes para que excluyan de sus problemas a los civiles que nada tenemos que ver. Sobre esto un abogado criminalista me comentaba que el problema es que estábamos ante unos “niños” delincuentes que no son “hombres delincuentes”, es decir que no están maduros para ese mundo y andan como salvajes. Es importante señalar que estos “niños” son los nietos de la estrategia Mano dura contra el Crimen que se puso en vigor en la década de los 90.

Mañana se cumplen 23 años del asesinato de Lorenzo González Cacho, otro crimen sin resolver. Y hoy, Día Internacional de la Mujer, hay que destacar también que son madres y esposas las que sufren el crimen tras los asesinatos de sus hijos y maridos, pues son hombres los que caen a tiros en las calles.

Estamos estancados en el problema del crimen. No avanzamos. Al contrario, retrocedemos. Hay que empezar por acabar la impunidad y que los crímenes se resuelvan rápido para que el mensaje sea, si cometes un delito, te cogemos. Tenemos también que desarrollar un plan de país, desde el Estado, para que tengamos en los próximos 20 años mejores ciudadanos. Y desde los hogares tenemos que reforzar la crianza de nuestros hijos y menores para que salgan a la calle personas de bien. Si tenemos eso, tendremos un mayor desarrollo económico, mejores estilos de convivencia y nuestro país será uno mejor parado ante la comunidad mundial en todos los aspectos. No podemos ver el problema del crimen y la educación como unos aislados, sino como unos que tendrán un efecto domino para bien o para mal, para todos.

Queda mucho por hacer y no podemos seguir esperando.

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