El pasado lunes estrené en Telemundo mi nuevo programa “Primera Pregunta” con el gobernador Pedro Pierluisi como invitado. No se ustedes, pero yo vi un Pierluisi preparado, al tanto de las cosas que pasan en el Gobierno (las buenas y malas), relajado ante las críticas y listo para un posible reto primarista.
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Después de un tiempo sin hablar con él en el plano de entrevistador/entrevistado y asumiendo la percepción de un sector de que en ocasiones parece enajenado o que regularmente minimiza los problemas más severos del país, dialogué con Pierluisi por casi 20 minutos, en vivo, en televisión, con la presión y ansiedad que eso supone, y me encontré un líder político receptivo ante cualquier cuestionamiento y con hambre de revalidar en los próximos eventos electorales.
Le pregunte por los datos más relevantes a la situación del país, el crimen y la economía. Aunque los números no le favorecen con 1,200 asesinados en los primeros dos años de su administración, una baja en la venta de automóviles (uno de los indicadores económicos más usados en años recientes), y una población que fluctúa entre 1.4 y 1.6 millones de personas fuera del campo laboral, el Gobernador presento otros datos (no contradictorios a los que enseñé) que le llevan a alegar que el ambiente es esperanzador.
Y en estos días que hay encuestas circulando por ahí, parece ser que el gobernador Pierluisi tiene números en su equipo de trabajo que le ubican venciendo a la comisionada residente Jenniffer González. Al menos, los números que salían ayer demostraban, a mi juicio, un bloque con cierta solidez detrás del Presidente del PNP.
Al PNP le favorece que no tendrá grandes divisiones hasta junio del 2024 cuando se celebran las primarias que dispone la Ley Electoral en caso de disputas internas por candidaturas. Eso le permitirá llegar a esa fecha sin grandes heridas. En cambio, el PPD tendrá un proceso electoral interno para la selección de su Presidente este año (7 de mayo) lo que le provocará sin dudas heridas internas que pudieran reabrirse mortalmente en las primarias del año próximo, cuando, a juzgar por el panorama que vemos hoy, tendrán una segunda elección interna por la candidatura a la gobernación.
Esas dos heridas que pudiera tener el PPD para este y el próximo año, no solo le ubica en desventaja para retomar el control de La Fortaleza, sino que les pone en riesgo para desvanecerse como fuerza electoral y permitir que una posible alianza entre el PIP y Victoria Ciudadana emerja como segunda potencia política en Puerto Rico.
Ayer, en nuestro segundo programa de “Primera Pregunta” tuvimos a los potenciales aspirantes a la gobernación del PPD, los que correrán por la presidencia ahora y uno de los que ha dicho que aspirará a La Fortaleza el año próximo. Fue evidente observar la tensión que hay entre ellos y la determinación de uno u otro por llegar hasta el final de la carrera cueste lo que cueste. Fue evidente también observar cómo sigue la indefinición o inseguridad entre los lideres de la pava sobre cuál debe ser el rumbo ideológico de esa colectividad.
Creo que las luchas internas en el PPD, por candidaturas y bandos ideológicos, podrían convertirlo, en esta coyuntura, en una opción débil e inconsecuente para el ciclo electoral del 2028. Por ello, creo que estamos ante un Pierluisi y un PNP que sabe que son altas las posibilidades de revalidar, con el o la que sea.
Me pregunto, ¿usted lo ve igual que yo?