Opinión

Opinión de la presidenta de la FMPR, Mercedes Martínez: De sindicatos ideológicos a Alex Delgado

Lea la opinión de la presidenta de la FMPR, Mercedes Martínez

Mercedes Martínez
Mercedes Martínez

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En virtud de que me siento aludida, como presidenta de la Federación de Maestros de Puerto Rico, me tomaré la libertad de responder a las expresiones vertidas por usted en su pasada columna del 2 de diciembre de 2022, publicada en el periódico Metro Puerto Rico. Primero, me parece que sus expresiones demuestran un gran desconocimiento, no solo de lo que ha sido la historia del Movimiento Obrero, sino también de cómo se desarrollan los procesos y las luchas sociales. Pretender reducir el proceso de lucha de la clase obrera puertorriqueña y sus sindicatos, a simplemente una instancia donde “más vale maña que fuerza” o sindicatos “astutos o intransigentes”, denota un gran desconocimiento o peor aún, un intento malsano de minimizar el rol de los sindicatos en la defensa de los intereses de la clase trabajadora y fomentar el divisionismo dentro del Movimiento Obrero.

En su columna, usted señala que los sindicatos que se negaron a negociar con la Junta de Control Fiscal, respondemos a una agenda ideológica. En eso usted tiene razón, los sindicatos somos parte de un movimiento ideológico, el Movimiento Obrero. Movimiento que tiene sus propios postulados y bases filosóficas. Paradójicamente, los sindicatos que nos mantenemos firmes en nuestros postulados son aquellos que usted acusa de intransigentes. Sin embargo, es importante señalarle, que nosotros nos reunimos con la Junta de Control Fiscal y le llevamos numerosas propuestas. Aquí quienes se negaron a negociar fueron ellos. Lo que pasa es que, al parecer para usted, al igual que otros “analistas y/o periodistas” (nótese las comillas) que se han convertido en voceros o apologistas de la Junta y sus políticas, negociar es sinónimo de entrega. A eso responde el énfasis suyo en minimizar y tildar de anacrónico nuestra consigna de “Lucha sí, entrega no”.

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El magisterio puertorriqueño rechazó el “acuerdo negociado” por la Asociación de Maestros con pleno conocimiento de lo que ello implicaba. Insinuar que no tienen análisis crítico y que se dejaron manipular a la hora de toma de su decisión, es faltarles el respeto a miles de docentes. Responsablemente como sindicato, orientamos a nuestra matrícula. Si hubiera sido un buen acuerdo, como usted lo describe, el magisterio lo hubiese apoyado. Lo que pasó fue, que a pesar de lo que usted y los apologistas de la Junta hubiesen deseado, el magisterio entendió que el acuerdo era bueno solo para la Asociación y para la Junta y no se dejó chantajear. ¿Acaso usted piensa tan poco de los docentes de este país que pretende nos conformemos con migajas e indigencia luego de servirle por más de treinta años al servicio público en una de las más importantes profesiones de cualquier sociedad? ¿Pretendía usted que aceptáramos la indigencia al retirarnos, tengamos que decidir si pagar los medicamentos o la energía eléctrica porque lo que recibiremos no nos dará para vivir? ¿Acaso es el magisterio responsable de la debacle económica que usted obvia en su columna, por parte de quienes nos han malgobernado por años, responsables de la deuda que se niegan a auditar, pues son los mismos que la crearon y de auditarla se meten presos ellos mismos? Según usted, eso es lo que debimos aceptar, pues esa fue la oferta y negociación entre la Junta y sus aliados. Como sindicato responsable y defensor del magisterio, leales a nuestra ideología, nos mantuvimos firmes en nuestro deber de defender hasta las últimas consecuencias los intereses de la clase trabajadora que representamos y no entregarnos como hicieron los sindicatos “astutos y buenos”. Nuestra dignidad es más valiosa que un mal llamado bono.

Sobre logros y conquistas le aclaro, por aquello de refrescarle su selectiva memoria, que el magisterio de este país estuvo meses en la calle, y como resultado, logró un aumento salarial de $1,000 mensuales, el pago retroactivo de miles de dólares adeudados por la carrera magisterial, congelada desde el 2014. ¿Leyó bien? Miles de dólares, superando los $10,000 mensuales del “bono” al que usted hace alusión. Se reactivará la carrera magisterial gracias a la legislación aprobada, fruto de la lucha, que redundará en aumentos salariales adicionales para todo docente que entre en la misma de hasta un 81% de su salario base. Cómo ve, la LUCHA en la calle, SIN ENTREGA, rindió mejores y mayores frutos para la docencia. Esto, sin entregarnos, ni entregar a nuestros representados. La historia nos recuerda con solo una mirada, las conquistas de los trabajadores ante los patronos y gobiernos abusadores, mediante procesos sociales de lucha, pero estoy segura de que a pesar de su demagogia y panfletismo de encargo, eso usted lo sabe.

En fin, de la misma forma que sus expresiones como “analista” (nótese las comillas) son producto de su ideología anexionista (de todos conocida), nuestras acciones responden a la nuestra. La diferencia es que son ideologías muy distintas. Por un lado, se encuentran el servilismo, el coloniaje, el mal llamado pragmatismo, así como los intereses patronales y político partidistas, y por el otro, se encuentran la justicia, la dignidad y la solidaridad. Como sindicato, utilizaremos tanto la maña como la fuerza, pero siempre a favor de los mejores intereses de la clase que representamos. ¡Lucha sí, entrega no!

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