Una vez más Puerto Rico es azotado por un Huracán - cada vez más cercanos entre fechas- que vuelve a dejar al descubierto nuestra cruda realidad social económica y ambiental. El huracán Fiona trajo consigo una histórica cantidad de lluvia, provocando desastres en comunidades alrededor de toda la isla. Lo primero que resalta de estos eventos es la solidaridad colectiva de nuestra gente, personas pendientes de sus vecinos adultos mayores, comunidades con machete y sierra en mano abriendo caminos, empleados públicos de distintas agencias dando servicio y cumpliendo con sus responsabilidades bajo las terribles condiciones atmosféricas y también bajo las terribles condiciones laborales que tienen que enfrentar día a día.
Por otro lado, nuevamente somos testigos de nuestra triste realidad como sociedad. La mayoría de los afectados con mayores pérdidas de hogares y bienes personales, son los que viven la desigualdad social y la pobreza de nuestro país. Al igual que en el Huracán María son los “condenados” y sufridos.
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Enfrentamos este huracán con la terrible realidad de no haber mitigado, ni reconstruido los múltiples problemas de infraestructura que María nos dejó. Hoy, a cinco años del Huracán María, el gobierno sigue arrastrando los pies y la desconfianza del gobierno federal en las agencias locales son la orden del día. Seguimos enfrentando los mismo problemas de falta de planificación urbana; se siguen promoviendo construcciones en zonas claramente inundables, destruyen manglares y continúa la erosión costera y la desforestación de áreas cercanas a las cuencas de ríos y se siguen postergando los proyectos de generación de energía renovable.en las comunidades.
En un país tropical, con una topografía y vegetación diversa por donde discurre nuestro sistema eléctrico, el gobierno decidió, enviar al ostracismo a miles de empleados de AEE que tienen el peritaje, la experiencia y la dedicación para atender estas emergencias, todo en aras de la privatización.
Desde ya y en las próximas semanas la solidaridad boricua estará en donde quiera que haga falta; la vamos necesitar para transformar el gobierno y sus instituciones y para cumplir con nuestra responsabilidad de reconstruir nuestra patria.
