Puerto Rico atraviesa una crisis energética pero, con muchas vertientes. Enfrentamos el problema creado por el mal desempeño de LUMA Energy, y la necesidad de salir de ese contrato leonino. También, existe la necesidad de renegociar adecuadamente la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica. Además, necesitamos darle paso a la transición acelerada hacia fuentes de energía renovable, según requiere la ley, y más importante aún, para nuestra supervivencia.
Esa transición acelerada, a pesar de ser la política pública del gobierno, enfrenta varios obstáculos. Entre ellos, la insistencia de LUMA Energy y del gobierno en invertir millones de dólares en el gas, que es otro combustible fósil, en vez de invertir en fuentes de energía renovable, como mandata la ley. También, se han formulado propuestas para la utilización de energía nuclear en Puerto Rico. Sin embargo, esos modelos nuevos de energía nuclear, como los pequeños generadores modulares, ya han sido ampliamente criticados por autoridades científicas y sin embargo, se presentan como alternativas para Puerto Rico. Estos modelos no presentan garantías de seguridad alguna y son muy costosos. La energía nuclear no tiene solución para el manejo de sus desperdicios, por lo que no tiene un impacto positivo en términos de atender la crisis climática.
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Igual crítica han recibido las nuevas propuestas de micro reactores nucleares. En específico, distintas revistas militares han reseñado su conveniencia. Nos preocupa en particular que estas revistas militares han mencionado que se pretenden implantar estos micro reactores nucleares en el Fuerte Buchanan, en Puerto Rico. Por tanto, estamos ante la posibilidad de que fuerzas armadas, igual que pasó en Vieques por muchos años, incurran en actividades que ponen en peligro nuestra salud, seguridad, medio ambiente y vidas.
La alternativa que necesitamos es la energía solar. No queremos gas ni energía nuclear: queremos sol. No podemos invertir millones en alternativas cuyas consecuencias probadas son peligrosas, en vez de invertir en la alternativa ecológica -como la solar- y que además, es mucho menos costosa que la energía nuclear.