Opinión

Opinión de Alex Delgado: A favor de los policías

Lee la opinión del director de noticias de NotiUno 630

Alex Delgado | Columnista

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“Policía de M…”, “Qué bestias!!!”, “Qué mierda de gobierno y policía tenemos en PR” (sic), son parte de las expresiones en redes sociales de una persona con el nombre de “Roberto Capella”.

Precisamente Roberto Capella es el nombre de un sexagenario que el pasado lunes estuvo involucrado en un incidente con agentes de la Policía de Puerto Rico. De hecho, por la foto de perfil, parece ser la misma persona. El video de dicho incidente se viralizó. En ese primer video solo se ve la intervención, pero no se escucha el intercambio verbal. Sin embargo, alguien que iba en el interior del auto del Sr. Capella Casellas también grabó y se publicó.

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En el video el agente le informa que lo detiene por exceso de velocidad. “Yo no estoy consiente de eso… yo no creo que hubiese venido a exceso de velocidad”, le contesta Capella. Al parecer el agente lo invita a que vaya a verificar el radar para que viera la velocidad marcada. “No me siento seguro caballero”, le responde el intervenido para rechazar bajarse.

Luego, el agente parece requerirle nuevamente la documentación, le recuerda que la licencia es un documento del estado, que tiene que entregarla y parece hacerle una advertencia sobre una posible obstrucción de la justicia. El policía le da tiempo al intervenido para que busque y entregue su documentación, y se retira a la patrulla. Cuando el policía se retira, el intervenido, que había expresado temor, le dice al agente “venga para acá”.

Casi dos minutos después el agente regresa y se escucha al conductor decir: “Yo no estoy obstruyendo nada. Le estoy diciendo que yo no vengo en exceso de velocidad… Usted está obstruyendo el derecho que yo tengo como viajero de punto A a punto B… ¿Usted puede señalar su documentación de que es policía?”. “Mírela aquí “, respondió el agente. Entonces el conductor le dice “Quiero ver su licencia de policía”. Evidentemente buscaba dilatar el proceso y no creo que fuera para evitar la multa porque con su estrategia de resistencia creo provocaría lo contrario, y supongo él lo sabía.

Posterior a eso se escucha una voz indicando “Caballero buenas tardes. El sargento Acevedo se dirige a usted. El compañero Muñoz le está requiriendo unos documentos, que son obligatorios que usted se los entregue porque son del estado, no de usted. Si es tan amable, permítame los documentos que el compañero le está requiriendo”. En tres ocasiones se escucha al conductor decir “un momentito”, obviamente dilatando el tiempo e intentando imponer la pauta de cómo tienen que intervenirlo. Se escucha al sargento repetir “…si usted obstruye la labor, el problema lo tiene usted porque entonces tendremos que denunciarlo y llevarlo al tribunal”. En tres o cuatro ocasiones más le requirieron la documentación y no los entregaba.

La pasajera del vehículo indica que él les enseñó los documentos, sin embargo, hasta donde yo sé, no es el conductor quien decide si los documentos se entregan o si se muestran a dos, tres o cuatro pies de distancia. Se entregan y ya. Si no está de acuerdo con la multa, se lleva al tribunal. A mí me han multado justa e injustamente. En una ocasión llevé la multa al Tribunal y la anularon. Obviamente cada cual actúa como entienda, pero es elemental entender que la “estrategia” de retar no lo iba a llevar a donde él quería: ser él el que determinara cómo lo intervenían y si procedía o no la multa.

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Si el intervenido es el que publica insultos contra los policías, previos a la intervención, pues ya se ve el porqué de su resistencia a reconocer la autoridad de la policía. Ese segundo video publicado hace evidente varias cosas: 1. los policías estuvieron por más de cinco minutos explicándole, solicitándole y advirtiéndole; 2. él pudo haber tenido la oportunidad, porque se lo ofrecieran o porque lo solicitara, de verificar el registro de velocidad del radar; 3. el lenguaje de los agentes no rayó en la falta de respeto, aunque el tono subiera un poco por el reto constante del intervenido; y 4. por la actitud del intervenido, podían estar media hora solicitándole los documentos y no los iba a entregar porque obviamente parece estar prejuiciado. Entonces, ¿qué les queda a los policías? ¿Dejar que sean los conductores los que dicten la pauta de qué procede y cómo procede? ¡No!

Lo peor de como terminó la intervención, provocada por el conductor y su actitud, es que había un menor en el auto. Él es el principal responsable de la lamentable experiencia de ese niño al no querer reconocer la autoridad de la policía. Hace unos días vimos a unos mequetrefes insultando a dos policías que caminaban. Buen ejemplo en sus vidas probablemente no tuvieron. En la isla se ha perdido el respeto por la autoridad del policía en la calle, el maestro en el salón y hasta de los padres en la disciplina de sus hijos.

Trágicamente las redes sociales han asumido, en parte, un rol en ese cambio de cultura y el estar insultando a los policías, y retándolos “porque sí” es parte del problema, no de la solución. Hay policías y hay policías. También hay ciudadanos y hay ciudadanos. En esta, estoy a favor de los policías.

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