Para las pasadas elecciones tanto el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) como el Movimiento Victoria Ciudadana se alejaron del tema que los mueve: la lucha por la independencia de Puerto Rico.
¿Porqué la palabra “independencia” olió un poco a “sicote” en las campañas electorales del 2020 por parte de los partidos que favorecen la independencia?
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Alexandra Lúgaro dio la lección en las elecciones del 2016. Se canto independentista, pero diluyó el tema del estatus y se enfocó en lo que se enfocan todos: administrar la colonia. ¿Resultado? Obtuvo 175,831 votos, quedando en tercer lugar, aún siendo una candidata independiente. El PIP, que toda su vida ha combatido el que se corra a la gobernación teniendo como prioridad administrar la colonia y cuya campaña siempre se basó principalmente en lograr la independencia solo logró 33,729 votos.
Para el 2020 la colectividad independentista despertó y se distanció del tema de la independencia al punto que el candidato Juan Dalmau expresó que, aunque él fuese independentista, un voto a su favor no era votar por esa formula ideológica y que con él la independencia no llegaría a la isla en este cuatrienio. Obtuvo 174,402 votos. Eso se logró por distintas variantes, pero una de ellas fue el alejarse del tema de lograr la independencia.
Ciertamente la independencia no llegaría en cuatro años con la victoria de cualquier independentista en la gobernación. Ahora bien, ¿usted cree que cuatro años no son suficiente para desestabilizar la relación entre Puerto Rico y Estados Unidos? Digo, si usted cree que se debe quemar los puentes en esa relación, pues cualquier candidato independentista sería una opción. Ahora bien, si usted cree todo lo contrario, que es una relación que no debe disolverse, pensar que con la elección de un candidato independentista éste se limitará a administrar el gobierno, pues sería usted un ingenuo. Decía Fernando Martín, del PIP, que creer en la estadidad era como si una mujer quisiese casarse con su violador. Pero entonces, ellos indican que bajo la independencia, mantendrían una relación con Estados Unidos, o sea, ¿con el mismo violador?. Por eso no veo una relación duradera con Estados Unidos bajo un gobierno independentista.
Para plantear sus puntos, la izquierda recurre a la historia y la repiten para que no se olvide sucesos ocurridos y que el pueblo no caiga en trampas. Pues hagamos lo mismo. Durante la revolución cubana Fidel Castro recalcaba que no era comunista. La sospecha estaba ahí, pero él lo negaba argumentando que solo se trataba de derrocar la dictadura de Fulgencio Batista. El pueblo le creyó, cerró filas tras él y se tiró a las calles a celebrar “el cambio”. No tardó mucho cuando Castro se declaró comunista y se convirtió en dictador, perpetuándose en el poder por casi 50 años.
De otra parte, en Nicaragua el gobierno dictatorial de Daniel Ortega encarceló a los opositores electorales de éste días antes de las elecciones. También asesinó estudiantes que se manifestaban contra el gobierno. Hace unos días Metro entrevistó en exclusiva al casi eterno presidente del PIP, Rubén Berríos Martínez, y la periodista Aiola Virella le preguntó por sus posturas sobre el gobierno de Ortega. “Eso es un asunto de Nicaragua…”, dijo al indicar que no se habían expresado porque nadie le había preguntado. La realidad, por experiencia propia, es que cuando estas cosas ocurren en lugares como Nicaragua y en Cuba, el liderato pipiolo evita dar entrevistas, por lo que es complicado preguntarles.
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Virella le pregunta porqué no denuncian la opresión de Ortega en Nicaragua. ¿La respuesta? Un tímido “pues claro que no estamos desacuerdo con eso”. Eso fue todo.
Ahora bien, cuando se le preguntó por Rusia y Ucrania, dejó la timidez aplicada con Nicaragua y se soltó: “Eso es totalmente inaceptable, la invasión de Rusia a Ucrania, imagínense ustedes… la violación de la soberanía. La violación de la soberanía de un país mediante armas, una guerra, aunque le llamen ejercicio militar… por supuesto que eso es un abuso del derecho internacional y al pueblo ucraniano que esta luchando por su soberanía”. ¿Porqué no ser igual de enérgico con Nicaragua? Su timidez con la dictadura de Ortega es más que obvia.
De otra parte, negó que fuera asesor del gobierno nicaragüense: “No es que yo fui asesor, es que para poder hablar en la convención del SELAC, pues yo obviamente tenía que sentarme con la delegación de Nicaragua”.
Creo que don Rubén olvidó que existe el internet. Leamos de Telesur en 2015: “El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, designó al líder del Partido Independentista Puertorriqueño, Rubén Berríos, como su asesor para políticas internacionales”. La Nación: “El independentista puertorriqueño Rubén Berríos, quien este viernes fue nombrado como asesor para políticas internacionales en materia de descolonización del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega…”. ¿Seguimos?
Por la falta de voluntad para denunciar la opresión, los asesinatos y abusos de gobiernos dictatoriales latinoamericanos es que el sector de izquierda no puede culpar a los que creen que ellos serían iguales. Su silencio o timidez para condenar de forma enérgica dichos abusos pareciera proyectar que creen en aplicar esas practicas de ser necesario, aunque no sea así. De hecho, ante la última embestida policiaca del gobierno cubano contra pueblo por manifestarse, el PIP defendió al gobierno de Miguel Díaz-Canel.
Yo no puedo decir que bajo un gobernador independentista la independencia de Puerto Rico llegaría en cuatro años, pero sí estoy convencido que bastará un solo cuatrienio para quemar los puentes de la isla con Estados Unidos como posible estrategia para que la independencia llegue por default, no por el voto democrático del pueblo, lo que no tienen.