Opinión

Opinión de Juan M. Frontera Suau: Medida a destiempo: remedio peor que la enfermedad

Lee aquí la columna de opinión del representante del Proyecto Dignidad en esta sección.

Portada de la columna de Juan Manuel Frontera Suau, con su rostro y cargo en el partido Proyecto Dignidad.
Juan Manuel Frontera Suau columnista Juan Manuel Frontera Suau.

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Es innegable que queramos lo mejor para nuestra gente y nuestra Isla. Sin pasar juicio sobre aquellos que se han ido, aquellos que nos hemos quedado en Puerto Rico trabajando para levantar nuestras familias en medio de un gobierno ineficiente y en quiebra, entendemos que nuestra fuerza laboral necesita aumentar y fortalecerse. Hay distintas rutas para poder lograr esto, pero la clave esta en desarrollar una ruta que sea cónsona con el momento histórico, social, político y económico que enfrenta nuestro Puerto Rico.

Implementar medidas simplemente porque son medidas de justicia social no es buena política pública, de la misma manera que pensar que lo único que debe hacerse en Puerto Rico es atraer capital y que el capital se encarga por si solo de traer consigo el bienestar social, tampoco. Hay que desarrollar una estrategia que facilite de desarrollo económico para Puerto Rico, a través del cual pueda generarse el capital para hacer de nuestra fuerza laboral una bien educada y remunerada, que sirva para catapultar a Puerto Rico hacia una economía fortalecida y estable liderada por el emprendimiento, local y extranjero.

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Ese crecimiento económico que deseamos ver en Puerto Rico no puede darse a través de fondos federales no recurrentes. No obstante, la plataforma que permita dicho crecimiento económico si puede construirse sobre dichos fondos. Como motor principal de ese crecimiento económico es imprescindible que Puerto Rico cuente con la capacidad de generar energía a un precio razonable, confiable y con un sistema de generación y transmisión robusto y diversificado. De la única manera que podemos garantizar esto es impidiendo que el cualquier acuerdo relacionado con la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica se asemeje a los acuerdos alcanzado con los acreedores de COFINA y los bonos generales.

Por otra parte, es imprescindible hacer una revisión profunda de las exenciones contributivas extendidas para retener aquellas que han sido beneficiosas para nuestra Isla y dejar sin efecto aquellas que lo único que han beneficiado es el bolsillo de unos pocos, sin rendimiento real para nuestro pueblo. Empezando por los de la Ley 27-2011, Ley de Incentivos para la Industria Fílmica en Puerto Rico y otras.

Ahora bien, lo que no podemos permitir es que, por el mero hecho de haberse hecho promesas de campaña en el vacío, y sin tomar en consideración un sinnúmero de elementos reales, partidos políticos vengan a imponer detrás del discurso de la justicia social, medidas de alegada reforma laboral, que lo que van a tener es el efecto de hacer mucho más difícil que el crecimiento económico deseado comience a darse entre nuestros pequeños y medianos comerciantes. El remedio será pero que la enfermedad. Lo cierto es que implementar una reforma laboral a destiempo e irrazonable traerá no tan solo inestabilidad a las operaciones de los negocios, sino mayores costos a los pequeños y medianos comerciantes en Puerto Rico, teniendo el efecto de reducir el emprendimiento en este sector y lograr que las grandes empresas sean las que sigan acaparando cada vez más el mercado en Puerto Rico.

Es tiempo de dejar atrás discursos antagónicos de luchas de clase que no responden a la realidad en Puerto Rico. Es tiempo de entender que tenemos que facilitar que los elementos que empoderan a la clase emprendedora en Puerto Rico, sea local o extranjera, abunden en nuestro entorno para que aquellos que están dispuestos a arriesgar su vida y capital aquí en la Isla puedan servir de catapulta para fortalecer y hacer crecer nuestra fuerza laboral. ¡Sigamos esta ruta, con fe!

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