En capilla ardiente
Así puso el presidente de la Cámara de Representantes, Rafael “Tatito” Hernández, la presidencia política de José Luis Dalmau dentro del Partido Popular Democrático (PPD) con su presentación de propuesta “de paz”, de restructuración organizacional para la colectividad y en la que prácticamente promueve la eliminación del presidente del partido junto a la del secretario general. Esta última posición es de total confianza del presidente del partido y hoy la ocupa el representante Ramón Luis Cruz Burgos con quien Hernández sostiene una guerra fría. Con esta propuesta “Tatito” intenta “matar” dos pájaros de un tiro en ese aspecto.
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La forma y manera en que el presidente cameral movió sus fichas fue magistral, para sus intereses, no para los del partido. Algo así no debería presentarse públicamente sin antes reunirse con el presidente. Obviamente no debe ser fácil decirle de frente y a solas al presidente del partido que su intención es eliminar su posición y la de su hombre de confianza.
Lo que no hay duda es que Rafael “Tatito” Hernández es una figura organizada y estratégica, y su estrategia no creo sea la de reformar al PPD ni su estructura organizacional. Esto lo digo por el contenido de algunas de sus propuestas. Desde inicios del cuatrenio el PPD no ha necesitado ataques externos. Los internos han sido suficientes para mantener a José Luis Dalmau apagando fuegos sin manguera, y en muchas ocasiones es “Tatito” el que tiene las manos tiznadas prendiendo la hoguera. Se supone que entre ambos conformen una oposición coordinada y sólida en las presidencias de ambos cuerpos. Sin embargo, esa oposición es menguada por las divisiones internas.
Una persona puede ser estratégica, pero las estrategias pueden ser equivocadas. Creo que el presidente cameral debe repensar la suya porque la manera en que lleva su mensaje y oposición interna dentro del PPD podría pasarle factura eventualmente, a menos que solo tenga en mente el rejón de Carlitos Lápez en Dorado. Los movimientos de “Tatito” hoy podrían costarle para una aspiración fuera de su distrito representativo en el futuro. Aunque hay quién apuesta a que el pueblo tiene memoria corta, solo mire el caso de Aníbal Acevedo Vilá frente a Héctor Ferrer (QEPD) por la presidencia de la Pava y el sólido casi cuarto lugar de Carmen Yulín Cruz en la primaria del 2020 cuando salió a buscar votos populares fuera de San Juan.
Aunque es uno de los principales protagonistas de las disputas internas en la pava, Hernández se presentó como el “conciliador” del partido, el que está tratando de poner paz en la pava, ser “el adulto en la casa”. Es como si de momento uno escuchara hablar a Vladimir Putin de que quiere la paz para Ucrania. Tiene razón “Tatito” en que la pava necesita paz interna, pero ¿cómo luego de ese llamado a la paz, habla de volarle la cabeza, políticamente hablando, al presidente de su partido y al secretario general, o que Dalmau quiere dirigir al PPD de manera arbitraria? No entiendo como esas expresiones pueden alentar la paz popular.
Aunque son varias propuestas, la que más me llamó la atención fue la de cómo correrían la colectividad sin presidente, con un comité de alrededor de 7 personas. Éstas serían las autorizadas a delinear “por consenso” las posiciones, y se reunirían una vez al mes. Solamente ese comité podría expresarse ante el país sobre los temas “institucionales” como el estatus, la religion, legalización de marihuana y otros controversiales. La propuesta parecería ser imponer una mordaza en estos temas. ¿Quién definirá cuáles serán los temas “institucionales”? ¿El comité? En los tiempos en que vivimos, donde la libre expresión ha ido amplificándose, intentar poner mordazas dentro del PPD podría resultar contraproducente y llevaría al partido al pasado, no al futuro. Dejaría de ser “Democrático” y asmiliaría el PPD al PIP y a Victoria Ciudadana en eso de no tolerar la disidencia interna y abierta.
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Otro aspecto que me llamó la atención fue la propuesta de hacer encuestas dentro del PPD sobre esos temas controversiales para ver qué piensan los populares, recoger la diversidad de opiniones, para que entonces el comité desarrolle y exprese posiciones. ¿Imagina usted a Luis Muñoz Marín, Rafael Hernández Colón y Miguel Hernández Agosto auscultando qué piensa la base del PPD para entonces ellos asumir posiciones? Con ellos era distinto. Ellos desarrollaron sus lideratos convenciendo con su palabra y con sus acciones, defendiendo sus posiciones con argumentos sustantivos, bien pensados, no esperando que fuera el pueblo el que les dijera qué tenían que decir.
Finalmente, la movida de Rafael “Tatito” Hernández esta semana, como mencioné, es otro golpe estremecedor a la presidencia de José Luis Dalmau, una presidencia que hoy está en “capilla ardiente” y que se hace evidente quieren que él abandone antes de noviembre próximo, cuando vence su término. Hoy veo la presidencia de Dalmau resistiendo hasta noviembre, no anticipo una renuncia, pero su liderato como presidente de la pava ha sido debilitado, apesar de su capacidad, que la tiene. Solo él puede cambiar eso. ¿Como? Debería estar consultándolo con su almohada.