Opinión

#PrimeroConElNalgo - Productor boricua de CNN narra el drama que vivió cubriendo la guerra en Ucrania

Lee la columna de Fernan Vélez ‘El Nalgorazzi’ con entrevista a periodista boricua en Ucrania

Julian Zamora y Fernando Del Rincón

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Conozco a Julián Zamora desde 1989 cuando me mudé junto a mi familia desde Humacao hasta Ponce. Julián, a quien cariñosamente le decimos “Yukín”, era mi vecino en la urbanización Punto Oro, donde aún viven sus padres y donde cada despedida de año hacían unos “parties” brutales que jamás olvidaré.

Julián lleva 10 años laborando en CNN en Español, con sede en Atlanta, donde vive junto a su esposa e hijos. En CNN ha laborado en numerosos programas de televisión. Actualmente es el productor general del programa “Conclusiones”, que conduce el reconocido y galardonado periodista mexicano Fernando del Rincón, de lunes a viernes a las 10 de la noche. La trayectoria de Julián habla por sí sola. Ha ganado 4 premios Emmy, 3 de ellos nacionales y en total ha sido nominado en 9 ocasiones. No es la primera guerra que cubre como periodista. Cubrió la de Afganistán y la guerra del Golfo Pérsico. Aquí la conversación en exclusiva con mi amigo Julián sobre todo lo que vivió de la invasión rusa en Ucrania. No olviden ver abajo las fotos que acompañan esta entrevista.

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¿Cómo describes la experiencia vivida recientemente en Ucrania?

“La mera decisión que tomamos Fernando y yo de ir a cubrir la guerra afectó a toda una familia, a mis padres en Puerto Rico, a mi esposa e hijos aquí en Atlanta. Como experiencia periodística fue muy enriquecedora, muy fuerte emocionalmente, difícil de producir por los diferentes problemas como el idioma, seguridad, el equipo de seguridad que había que llevar, el viaje, la logística.”

¿Cuán difícil fue informarle a tu familia que ibas para la guerra a trabajar?

“Cuando se lo dije a mi esposa y a mis hijos, ese mismo día había ocurrido el primer ataque cerca de Lviv, en una base militar donde murieron 35 personas. Lo primero que me dijeron fue eso, muy preocupados. Ellos saben que he cubierto otras guerras y es una de las ramas que me apasiona del periodismo. Mi esposa entendió. Para mis hijos era la primera vez que me separaba de ellos hacia una zona de conflicto como esa. Cuando llamé a mi mamá en Puerto Rico, sabiendo que ella está muy al día con las noticias y lee mucho, me empieza a hablar del mismo ataque ocurrido en Lviv. Le tuve que decir que precisamente para allá iba. Fue muy duro. Viajamos desde Atlanta con todo nuestro equipo, chalecos antibalas, casco, hacia Amsterdam, luego a Cracovia, luego en autobús, cruzamos la frontera, entramos de noche a Lviv hasta un hotel. Desde allí comenzamos a transmitir en vivo.”

¿Qué nos puedes contar de las experiencias que más te marcaron en Ucrania?

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“En Lviv conocimos, a través de un traductor, el drama de un padre con sus 5 hijos que había tomado la decisión de salir de su pueblo y convertirse en un desplazado. No es fácil. Llegó hasta una iglesia y le dieron albergue. Al segundo día visitamos un búnker. Si lo comparamos con Puerto Rico, es como si en el centro de una barriada hay una cueva, que es el búnker, protegido. La gente de la comunidad entra y se refugia ahí. Fue muy impresionante. También, la visita a la estación de tren de Lviv desde donde salen todos los desplazados y se convierten luego en refugiados cuando cruzan a Polonia, eso me partió el alma. He cubierto muchas historias pero allí había algo, una tristeza profunda, bien doloroso. Los hombres entre 18 y 65 años no pueden salir del país, tienes que despedirte de tu familia y regresar a pelear alfrente de batalla. Vimos cosas muy lindas como un sacerdote franciscano capuchino, quien con su gente le estaban dando de comer a todos los desplazados, con cánticos, oraciones. Los desplazados bailaban un rato y seguían su curso. Un sacerdote alemán que hablaba español nos contó que mientras ayudaba y daba de comer a los refugiados, una señora que lo asistía le dijo que aunque ella estaba allí ayudando, hacía 3 días los rusos le habían matado a su hijo a tiros. Fue muy fuerte. En otro momento mientras caminábamos, habían entre 20 y 30 policías. Iban 2 muchachos vestidos de negro caminando y de golpe los policías los atacaron, los pusieron contra el piso y los metieron presos. Según nuestro traductor, supuestamente esos muchachos eran agentes rusos infiltrados en la ciudad.”

He visto mucha televisión y redes y constantemente suenan las alarmas antiaéreas. ¿Cómo fue vivirlo en carne propia?

“La sirena significa que hay una incursión de algún tipo en la ciudad. Puede ser un avión, una falsa alarma pero en definitiva, dentro del espacio aéreo de Lviv y las zonas aledañas, los radares reconocen que algo extraño entró. La primera vez que sonó fue durante nuestra primera transmisión en vivo en el programa. No entendíamos ciertos protocolos. Nos fuimos al refugio en el búnker del hotel donde estábamos. Cortamos el programa, pero siguío en vivo desde la sede en Atlanta. Algo que me llamó la atención e impactó, es que Lviv es como una ciudad bipolar. La gente sale a comer, van caminando por la carretera, las parejas de la mano, en el centro de la ciudad hay artistas cantando. De monento suena la sirena. Tienes dos opciones: correr y esconderte o seguir la vida como si nada. Diría que el 90% de la gente seguían como si nada, las parejas de la mano, los artistas cantando, los restaurantes siguen operando. Todo esto mientras la sirena sigue sonando.”

¿Cómo manejaste el miedo?

“Para poder funcionar, tienes que hacerte una realidad que se acomode y permita seguir adelante. El misil no va a caer en mi cabeza, punto. Tienes que seguir adelante, de lo contrario no puedes producir, no puedes trabajar. No sé si eso tenga sentido pero es como una defensa que yo utilizo para seguir adelante. El periodismo me apasiona. Tienes que pensar que todo va a estar bien.”

¿Qué mensaje te llevas de toda esta experiencia?

“Me afectó mucho el drama de los desplazados, me parecía terrible que tuvieras que dejar tu tierra porque hay un malentendido o problemas y no se logran poner de acuerdo los líderes de la OTAN, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky y Putin, presidente de Rusia. Algo que se pudo haber evitado con conversaciones.”

Según tu perspectiva como periodista, ¿crees que esta guerra termine pronto?

“Creo que habrá un cese al fuego pronto. Rusia no ha avanzado a la capital Kiev como ellos pensaban que lo harían. Para tomar Kiev tendrían que destrozarlo como hicieron con Mariupol y crear una catástrofe humanitaria como hicieron en esa ciudad. Fue misil tras misil, bomba tras bomba. Creo que Putin se está dando cuenta que eso está más difícil de lo que pensaba. Hay que esperar a ver qué pasa.”

¿Cómo comparas tus anteriores coberturas en otras guerras con esta?

“Esta fue una cobertura corta. En Afganistán estuvimos casi dos meses, donde vivimos enajenación. No entendíamos los letreros, la música, la televisión, lo que la gente dice. Llega un momento en que te asfixia. En Ucrania todos hablaban inglés. Como periodista fue importante esta cobertura, era necesario contar la historia. De Afganistán regresamos emocionalmente impactados, dolidos, maltratados, algo difícil de explicar. "

¿Cuántos días estuvieron en Ucrania?

“Fueron 6 días. En total fueron 10. Dos fueron de camino para allá y dos regresando.”

¿Cuándo esperan regresar?

“En los próximos días volveremos pero a Kiev, la capital. "

Julian Zamora y Fernando Del Rincón

Como boricua desde la diáspora, ¿quieres enviarle algún mensaje a tus compatriotas en la isla?

“Quisiera que los puertorriqueños se vieran como la gente que lleva muchos años fuera y gente de otros países, y como yo, la vemos feliz, que está prosperando a pesar de los pesares. Que siempre siguen adelante, el boricua no se cansa. Soy fanático de mi tierra, de mi gente. Me enorgullezco de ser puertorriqueño y ponceño. Quiero que se sientan orgullosos de quiénes son. Se siente lindo ver a los puertorriqueños triunfar”

Julián Zamora

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