El escenario político en Puerto Rico ha cambiado. La falsa dicotomía derecha/izquierda, centrada en la visión de estatus, ha tenido que abandonarse ante una nueva realidad ideológica social/económica/política en donde un pipiolo, un PNP, un PPD y un MVC promedio, creen esencialmente lo mismo sobre la mayoría de los temas primordiales de gobierno.
El conservadurismo centrado en los valores sociales de la familia primero que el Estado, el derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus creencias y valores, la protección de los derechos individuales sobre los colectivos, la defensa del mérito sobre las cuotas, la libertad de propiedad y mercado, en donde el gobierno no es la solución para todo, sino un facilitador subsidiario, entrando en acción cuando nadie más en la sociedad puede, ha sido abandonado por todos los partidos en Puerto Rico, excepto Proyecto Dignidad.
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Esa realidad le ha dado duro al partido PNP, quien de boca sigue alardeando que sus raíces son de derecha, pero sus acciones diarias lo desmienten. Han llegado al punto de proclamarse un partido de centro derecha de izquierda. Lo cierto es que usted puede coger de bobo a algunos, solo por algún tiempo. Por eso la única puerta que funciona en dicho partido es la de salida, perdiendo 600 mil votantes en las últimas tres (3) elecciones, aceptando que 70 mil de ellos cruzaron filas a Proyecto Dignidad en el 2020.
Ahora dicen buscar renovarse, reduciendo la representatividad a cuotas por segmentos de población tornándose en un partido lleno de ideólogos, entregados a ideas abstractas, desvinculadas con la realidad. Ahí tienen sus “cabilderos” – empujando la estadidad de una jurisdicción quebrada por los mismos políticos que la procuran. Lo que refleja que tampoco conocen la estadidad.
Mientras tanto el pueblo sigue enfrentando las consecuencias del “más de lo mismo” a través del contrato mal negociado con LUMA, de un desastroso acuerdo de la deuda del ELA, de una pobre y desarticulada estrategia para negociar la deuda de la AEE, así como para encaminar su reconstrucción de forma que el país no se nos vacíe. Ruegan que la lluvia de fondos federales haga que el pueblo crea que hacen algo por el desarrollo económico de PR.
Proyecto Dignidad es el partido que construirá un Puerto Rico en el que TODAS LAS PERSONAS sientan orgullo genuino de vivir y hacer familia aquí. Proyecto Dignidad es un proyecto de vida que busca potenciar a Puerto Rico. No necesitamos rememorar muertos para reavivar fuerzas, no necesitamos vender sueños de estatus para prometer un futuro para la Isla. Somos un proyecto que abraza con esperanza, y al máximo de sus capacidades, las oportunidades que tenemos HOY, AHORA. Somos un partido que no le interesa que el gobierno decida cómo vivimos, que abraza el empresarismo y empoderamiento de las personas. Un partido que respeta la dignidad máxima de cada ser humano.
La belleza de nuestro sistema democrático es que cada cierto tiempo se acaban las palabras, y se cuentan los votos. En el 2020 un partido nuevo, sin recursos, invisibilizado, ridiculizado y hasta insultado en los medios, contó con el apoyo de 87,000 personas y elegimos a una Senadora y una Representante por acumulación. Dignidad está abierto a todos los que aspiran a que Puerto Rico sea un pueblo de justicia y paz, donde se pueda trabajar por la verdadera prosperidad.
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