Lo de Conor D’Monte parece mentira. De esas sacadas de un mal guión de cine. Pero nada sobre su historia es ficción. De alguna forma un asesino llegó a Fortaleza.
Estoy seguro que nadie allí sabía los antecedentes. El hombre se hacía llamar Johnny Williams. Pero de Johnny nada. Según las autoridades canadienses que le buscaban como abeja al panal hace 11 años, Conor no es otra cosa que un asesino y, de paso, parte de la temida organización criminal “ONU” con brazos operaciones en varios puntos de este lado del mundo.
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Para el mundo un asesino. En la isla,un filántropo. Y ahí es que el escenario provoca montones de preguntas. El asesino-filantropo-apicultor estuvo hace a penas un par de semanas en Fortaleza donde bajo su alias de “Johnny” hizo creer que era un buen hombre comprometido con el rescate del medioambiente local. Allí, en Fortaleza, trabajó con un enjambre, pero provocó otro.
Según revela la prensa canadiense, el hombre se presentaba como el co fundador de Karma Honey Project, una fundación certificada localmente por el Gobierno como “sin fines de lucro”. Esos mismos reportes afirman que la persona que inscribió la organización en la isla, identificada como Candice Galek, residente del estado de la Florida, colocó en los documentos de inscripción de la organización una dirección física que coincide con la dirección física del hombre aquí en Puerto Rico. Además, voluntarios de la entidad le ubican como el encargado de manejar las cuentas de donativos y redes sociales de la “fundación ecológica”. Con su “frente” bien montado y su alias, el individuo habría engañado a alcaldes de la zona Noreste y a la Fortaleza misma. Ahora, según me confirmara ayer el propio secretario de Hacienda, Francisco Parés, se supone que inicie una investigación para determinar la naturaleza de “Karma Honey Project”como organización sin fines de lucro, el uso de ese privilegio contributivo y conocer si -como parecerían sospechar las autoridades- la fundación era solo un “tape”. Entonces, resulta inevitable preguntarnos cuál es el proceso que permite la otorgación de tratamientos contributivos privilegiados en la isla. ¿Realmente sabemos a quién estamos beneficiando desde el Gobierno con este tipo de acuerdo? ¿Habrá otros “Johnnys” gozando de certificaciones oficiales para formalizar sus actividades económicas con raíces cuestionables?
Por lo que se ha confirmado “Karma” no contaba con el beneficio de decretos contributivos como los que otorgan las leyes 20 y 22. Sí mantenía los propios de las organizaciones sin fines de lucro. Podía (¿puede?) recibir donativos. No podemos sustraernos del hecho de que de esos privilegios contributivos se han beneficiado personas y corporaciones que no solo no suponen ningún beneficio para la isla, sino que algunos de los beneficiarios son individuos de reputación dudosa. Solo algunos ejemplos.
Según reportara el Centro de Periodismo investigativo, uno de los beneficiarios de créditos contributivos locales, Hamed R. Wardak, fue investigado por el Congreso en el 2010 por “presuntamente pagar a insurgentes del Talibán” y acusado de violación. Anada a la lista a
Aaron Vic, vinculado a la venta de pruebas fatulas de Covid, quien también obtuvo decreto contributivo. Tambié Lancelot Patrice Michel De Montsegur y Michael Williams, acusados de fraude en 2019. O Christopher Johnston, que fue acusado por la fiscalía federal de New Jersey de fraude y robo de identidad junto a dos de sus socios. O Salil Zaveri , quien se declararía culpable por matar de varios disparos a un perro en un campo de golf con un arma Glock. Todos llegaron a la isla tras obtener decretos contributivos. ¿Alguien les investigó antes de otorgarlos?
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El Secretario de Hacienda reconoció ayer que aun hay camino por recorrer para lograr una fiscalización adecuada de estos decretos. De hecho, bajo su incumbencia ya se han revocado 228 decretos contributivos luego de esfuerzos de intercambio de información entre esa agencia, el IRS y las autoridades federales.
Y mientras muchos de estos la tienen fácil para tomarnos el pelo, muchos de los empresarios locales muelen vidrio para poder echar sus negocios adelante sin beneficios de tipo alguno.
¿Para cuando una revisión exhaustiva de estos beneficios?