Que rápido pasó. Todos se felicitaban dándose palmaditas en la espalda. ¡Lo logramos! -se decían entre sí. La Jueza Swain le impartió su firma al plan de ajuste de la deuda (PDA). Finalmente enterramos el muerto que manteníamos en velatorio en medio de la sala. Apestaba. Hedía a quiebra, ineptitud, incapacidad de tomar decisiones a tiempo, bipartidismo, ventajería e inversionismo político. El muerto era el retrato mismo de una clase gobernante incapaz de aprender de sus errores y gobernar a Puerto Rico.
De momento, a finales de enero, comienzan a escucharse gemidos desde las entrañas de la Junta. Algunos de sus integrantes creen que es tiempo de coger sus maletas e irse, otros, expresan que hay que quedarse un tiempito más para velar que se pongan en vigor unos cambiecitos estructurales en el gobierno que garanticen el cumplimiento a largo plazo.
PUBLICIDAD
El 26 de enero de 2022, Mr. Antonio Weiss, arquitecto de la ley PROMESA, publica un artículo en uno de los principales periódicos del país. Al final de su artículo, Mr. Weiss informa de un momento de epifanía que le trajo una conversación con el exgobernador Rafael Hernández Colón. En su “sabiduría”, Mr. Weiss concluye que el Congreso debe enmendar PROMESA a la brevedad posible para devolverle el autogobierno a Puerto Rico, pues sin ello no es posible “una recuperación significativa y duradera.”
El 1 de febrero de 2022, el gobernador Pierluisi en su testimonio ante el Comité de Energía y Recursos Naturales, hace eco de las declaraciones de Mr. Weiss diciendo que hay que empezar a hablar del final de la Junta, ya que esta “pica fuera del hoyo”, refiriéndose a comentarios hechos por integrantes de la Junta en contra de que se considere un cambio en el estatus de Puerto Rico en los próximos años.
Se le añade al pique la aprobación de la ley federal que requiere la intervención del Departamento de Justicia y el tribunal para identificar los posibles conflictos de interés entre los abogados y asesores de la Junta. Finalmente, la directora ejecutiva de la Junta presenta su renuncia sorpresivamente. ¿Coincidencias? Me parece que se oyen con fuerza los muebles moviéndose en la sala de arriba antes de que lleguen los nuevos inquilinos en el verano del 2022.
Mientras todo esto pasa, enfrentamos el reclamo de justicia salarial para los empleados públicos. Reclamos justos y necesarios que debieron ser atendidos en la negociación del PDA. Lo advertimos. No obstante, las soluciones propuestas para enfrentar los mismos son la legalización de la marihuana recreacional o acudir a fondos no recurrentes federales para suplir la necesidad inmediata. Políticas fiscales vetustas que nos trajeron el muerto en la sala. Nadie habla de reingeniería de gobierno y auditoría de los recursos de educación, salud y seguridad para identificar los fondos necesarios y declarar estos servicios como esenciales.
No cometamos los mismos errores, es tiempo de traer cambios reales sin claudicar al bipartidismo, y sin rendirnos al caos y la violencia. ¡Luchemos por un Puerto Rico digno!