Con temperaturas más frías de lo usual por la llegada de una masa de aire fresco y frío, el frío navideño sigue sintiéndose alrededor de todo el archipiélago.
Durante la mañana de hoy, sábado, las temperaturas oscilaban los 55°F y 63°F, por lo que el joven observador del tiempo, Joshua O. Ortiz, no dudó en tomar su termómetro y actualizar las lecturas de temperaturas, sobretodo en la conocida “Ciudad de la Tierra Alta”, Jayuya.
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A eso de las 7:31 a.m., la temperatura en Jayuya marcaba los 49.6° F. “Si, está frío. Ya saben, si vienen para acá, un buen abrigo y las defensas altas para que no se enfermen”, indicó el joven en un simpático video.
En Puerto Rico, los meses más frescos son finales de diciembre, enero, febrero y marzo.
Así mismo, el joven explicó, en una publicación en sus redes sociales que, el pasado 12 de enero tuvo la oportunidad de recopilar una lectura de 45.5°F.
“Ese día si estuvo mucho más fuerte el frío, que un abrigo para mi no era suficiente, de aquí fue que me vino la idea de instalar una estación meteorológica para beneficio de todos...”, describió el joven en sus redes.
La estación meteorológica a la que se refería, fue una recientemente instalada en el Cerro Maravilla, en Ponce que, lastimosamente, fue robada junto con una siembra de café y gandules el pasado mes de junio.
La meteoróloga Deborah Martorell denunció el hurto a través de sus redes sociales y explicó que el equipo meteorológico fue instalado gracias al esfuerzo voluntario de Joshua y que representaba un logro importante para la recopilación de datos en zonas de baja temperatura.
“Ya es de conocimiento, sabemos como terminó la historia que tuvimos nuevamente que hacer la recopilación yendo al área, pero mientras tenga la oportunidad de hacer esto, se los estaré compartiendo con mucho cariño”, indicó Ortiz recordando el incidente.
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Una estación meteorológica cumple con la función de recopilar datos atmosféricos como la temperatura, la humedad relativa, la velocidad y dirección del viento, la presión barométrica y la cantidad de precipitación, entre otros.
Las estaciones pueden ser automáticas o manuales, y sus datos son utilizados por meteorólogos, científicos, agricultores y agencias de manejo de emergencias para emitir alertas y entender mejor el comportamiento de la atmósfera.