Una celebración de Jánuca en la icónica playa de Bondi, en Australia, terminó en tragedia anoche cuando dos hombres armados abrieron fuego contra cientos de personas reunidas en el área costera. Las autoridades del Estado de Nueva Gales del Sur (NSW) informaron que al menos 11 personas fallecieron, entre ellas uno de los atacantes, y que unas 29 resultaron heridas, incluidos dos agentes de la Policía.
El suceso ocurrió entrada la noche, cuando más de 1,000 personas —entre familias locales, visitantes y miembros de la comunidad judía— participaban de actividades vinculadas al inicio de la festividad. Lo que comenzó como un encuentro público se transformó en una escena de caos cuando se escucharon las primeras ráfagas y la multitud corrió hacia la carretera, los comercios cercanos o incluso hacia el mar para ponerse a salvo.
Objetivo: la comunidad judía
En una conferencia de prensa, el primer ministro de NSW, Chris Minns, afirmó que la investigación preliminar apunta a que el ataque fue deliberadamente dirigido contra la comunidad judía. “Lo que debía ser una noche de alegría se convirtió en un acto de maldad indescriptible”, expresó.
El comisionado de Policía Mal Lanyon confirmó que el incidente fue declarado oficialmente como acto terrorista a las 9:36 p.m. hora local, citando la naturaleza del ataque, el armamento utilizado y hallazgos en la escena, incluyendo un artefacto explosivo improvisado dentro de un vehículo vinculado a uno de los agresores fallecidos.
Uno de los atacantes murió tras ser alcanzado por disparos, mientras que el segundo permanece en condición crítica bajo custodia policial. Las autoridades investigan la posible participación de un tercer individuo.
Entre las imágenes que han circulado, destaca la intervención de un ciudadano que logró enfrentar a uno de los tiradores y desarmarlo. Minns lo calificó como “un héroe genuino” cuya acción, según las autoridades, evitó una cifra mayor de víctimas.
Testigos también relataron escenas de pánico extremo: personas tiradas en la arena, familias corriendo con niños en brazos y grupos que se refugiaron dentro de locales comerciales. Otros, que se encontraban en el mar, permanecieron lejos de la orilla hasta que se confirmó la neutralización de la amenaza.
Reacción del gobierno australiano
El primer ministro federal, Anthony Albanese, condenó el atentado y envió un mensaje directo a la comunidad judía del país. “Sus compatriotas australianos están con ustedes. Este ataque busca sembrar miedo, pero no cederemos ante el odio ni la división”, declaró en un mensaje televisado.
Añadió que el gobierno está proporcionando todos los recursos necesarios a la Policía de NSW para continuar la investigación y reforzar la seguridad.
Líderes israelíes también denunciaron el atentado. El presidente Isaac Herzog señaló que el acto refleja un repunte global del antisemitismo. Autoridades israelíes han vinculado el ataque con incidentes previos de hostigamiento registrados en Australia desde 2023.

