El soldado de la Guardia Nacional de West Virginia herido en un ataque a tiros el pasado 26 de noviembre en Washington D. C. continúa recuperándose “lentamente”, según informó el gobernador Patrick Morrisey. Andrew Wolfe, de 24 años, fue baleado en la cabeza mientras patrullaba la capital federal junto a su compañera, la soldado Sarah Beckstrom, de 20 años, quien murió al día siguiente a causa de las heridas.
Wolfe permanece hospitalizado en condición crítica, aunque su familia reportó avances moderados.
“Su herida en la cabeza está sanando lentamente y está comenzando a ‘verse más como él mismo’”, indicó el gobernador en una declaración publicada en su página oficial.
Añadió que se espera que el joven permanezca en cuidado agudo entre dos y tres semanas adicionales mientras continúa su recuperación. Wolfe se unió a la Guardia Nacional en 2019 y fue desplegado a Washington D. C. en agosto como parte de la iniciativa del presidente Donald Trump para colocar soldados en las calles de la ciudad bajo la premisa de una “emergencia criminal”, pese a que la capital reportaba una baja histórica en delitos violentos.
El sospechoso del ataque, Rahmanullah Lakanwal, fue acusado formalmente esta semana por múltiples delitos, entre ellos asesinato en primer grado. Lakanwal es originario de Afganistán y llegó a Estados Unidos en 2021 tras la retirada militar estadounidense y la toma del poder por parte de los talibanes.
Formó parte de una unidad afgana conocida como “Zero Unit”, que operaba junto a la CIA en misiones de captura y eliminación de presuntos terroristas. Estas unidades han sido señaladas por organizaciones de derechos humanos por presuntos abusos.
Tras el ataque, el gobierno de Trump anunció nuevas restricciones migratorias. Primero, suspendió temporalmente todos los procesos de asilo para ciudadanos afganos, pese a que Lakanwal había recibido asilo en abril, durante la segunda presidencia de Trump. Luego, la administración pausó la consideración de solicitudes de inmigración procedentes de 19 países, entre ellos Afganistán, siguiendo una proclamación emitida en junio.
El despliegue de tropas de West Virginia en la capital ha generado críticas dentro del propio estado.
Legisladores demócratas acusaron al gobernador Morrisey de exponer a los soldados a riesgos innecesarios.
Uno de ellos, Mike Pushkin, declaró a NPR que Wolfe y Beckstrom “no habrían estado en peligro de no ser por el llamado presidencial a la Guardia Nacional en esta especie de teatro político”.
Algunos uniformados asignados a la misión han reportado tareas mínimas relacionadas con seguridad y otras centradas en labores de limpieza y apoyo general.
Lakanwal recibió un disparo de un tercer miembro de la Guardia Nacional durante el ataque y tuvo su primera comparecencia judicial desde su cama de hospital mediante videoconferencia. Las autoridades federales anticiparon que podrían radicarse cargos adicionales.
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, confirmó que evalúa solicitar la pena de muerte. La próxima vista del acusado está pautada tentativamente para el 14 de enero.