El Vaticano celebró este sábado el VI Concierto con los Pobres, un evento anual impulsado por el Papa Francisco que este año contó con la participación del cantante canadiense Michael Bublé. El Papa León XIV asistió al recital y destacó al finalizar que “la música no es un lujo para unos pocos, sino un don divino accesible a todos, ricos y pobres”.
El concierto se celebró en el Aula Pablo VI, donde Bublé interpretó un repertorio preparado especialmente para la ocasión. Según trascendió, el artista recibió una lista de peticiones musicales directamente del Pontífice, que incluyó piezas como Ave Maria y Feeling Good. El recital también contó con la participación del Coro de la Diócesis de Roma y la Nova Opera Orchestra, que recibieron al Papa con la interpretación de Tú eres Pedro.
Tras esa pieza inicial, el compositor Marco Frisina dirigió una selección de villancicos y obras sacras, entre ellas Puer natus est nobis y Joy to the World, que marcaron el tono navideño del concierto.
Al cierre, el Papa León XIV se dirigió a los miles de asistentes para reflexionar sobre el valor espiritual de la música. Indicó que “la música es como un puente que lleva a Dios”, y señaló que este arte eleva el alma no por distraer de las dificultades de la vida, sino por recordar la dignidad y humanidad de cada persona. Expresó que “la música puede elevar nuestra alma, no porque nos distraiga de nuestras miserias (…) sino porque nos recuerda que no somos solo eso, somos mucho más que nuestros problemas y nuestras desgracias, somos hijos amados por Dios”.
El Papa también subrayó que la música es capaz de transmitir emociones profundas y transformar el espíritu, al afirmar que puede convertirse en “una escalera ideal que conecta la tierra y el cielo”.
El Concierto con los Pobres es una iniciativa creada en tiempos del Papa Francisco para unir música, fraternidad y solidaridad. Este año asistieron unas 8,000 personas, de las cuales 3,000 eran personas desfavorecidas invitadas especialmente al evento, quienes además recibieron una cena al concluir la jornada musical.

