El Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) informó este miércoles que, ante la falta de controles internos y la ausencia de hojas de tiempo que distingan entre trabajo corporativo y tareas dirigidas a los abonados, es posible anticipar que los clientes estén pagando por tiempo de empleados de comunicaciones que se dedicó a funciones publicitarias o institucionales en LUMA Energy.
La preocupación surgió luego de que la empresa reconociera que los mismos empleados realizan ambas funciones y que no existe un mecanismo para separar ese tiempo, debido a que no cuentan con suficiente personal de comunicaciones.
El jefe de comunicaciones de LUMA, Lorenzo López, explicó que la empresa se guía por los criterios establecidos en el Acuerdo de Operación y Mantenimiento (OMA, por sus siglas en inglés) para determinar la distinción entre qué proyectos se cargan al presupuesto corporativo y cuáles se financian mediante tarifas.
No obstante, reconoció que la empresa no separa las horas laborales de los empleados entre funciones corporativas y aquellas vinculadas al contrato o al servicio al consumidor..
“Todo es depende del trabajo y proyecto (...) Podemos tener un trabajador que repara directamente el sistema y otra parte puede ser más ayudar o educar a los clientes (...) no separamos los costos desde una perspectiva salarial, ya que el tiempo (de los empleados) es mínimo, no es un gasto grande”, afirmó.
López reiteró que la publicidad corporativa —como campañas de imagen o esfuerzos institucionales— no se paga con fondos transferibles y proviene del presupuesto operativo de LUMA. Pero admitió que, en la práctica, los mismos empleados que atienden comunicaciones tarifarias también realizan tareas corporativas.
Por esta razón, LUMA solicitó cinco empleados adicionales para expandir su departamento de comunicaciones, alegando que el volumen actual de solicitudes, manejo de crisis, materiales informativos y coordinación mediática supera la capacidad de su equipo.
Según López, la empresa requiere más personal para poder “amplificar” el contenido dirigido al consumidor y mejorar la consistencia de las comunicaciones.
Ante esto, el asesor del NEPR, Scott Hempling, indicó que, aunque el tiempo invertido pueda ser mínimo, el problema es regulatorio. Recordó que, para empresas reguladas cuyos salarios se financian mediante tarifas, es estándar contar con controles precisos de nómina y asignación de horas.
Señaló que sin esa distinción, “se puede anticipar que los abonados pagarán algo por el tiempo de empleados que fue utilizado para asuntos corporativos”, a menos que el Negociado ordene el uso de timesheets para identificar el tiempo invertido en publicidad corporativa.
López respondió que LUMA estaría dispuesto a implementar ese sistema.
Genera PR: “Se invierte en asuntos que benefician al consumidor”
En Genera PR, el vicepresidente de Asuntos Públicos y Gubernamentales, Iván Báez, confirmó que su operación de comunicaciones se financia con presupuesto operacional, el cual proviene del contrato financiado por la tarifa.
Informó que su departamento cuenta con tres empleados, incluyendo su puesto, y que “la mayoría de su tiempo se invierte en asuntos que benefician al consumidor”.
En el caso de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), la directora ejecutiva, Mary Carmen Zapata explicó que la oficina de comunicaciones cuenta con dos empleados cuyos salarios “se pagan a través del presupuesto de la autoridad”.
La AEE tiene una oficina de comunicaciones con solo dos empleados, y, además, contratan a una empresa privada para manejar redes sociales, monitoreo de medios y diseño gráfico.