El Senado Académico de la Universidad de Puerto Rico aprobó la Certificación Núm. 29 del Año Académico 2025-2026, en la que expresó oposición a la determinación de la presidenta de la institución, doctora Zayira Jordán Conde, de dejar sin efecto la implementación de los baños inclusivos en los recintos del sistema universitario.
La decisión respondió a directrices federales, entre ellas el documento “Guidance for Recipients of Federal Funding Regarding Unlawful Discrimination” del Departamento de Educación de Estados Unidos, hecho público el 29 de julio de 2025.
El cambio se comunicó mediante el Seriado R-2025-26 del 11 de septiembre de 2025 y ocurrió en un contexto donde varias unidades, como el recinto de Río Piedras, informaron la revocación de sus propias normas internas.
En ese campus, la rectora Angélica Varela Llavona señaló en la Carta Circular 26-4 que la medida se adoptó para “garantizar el cumplimiento normativo, preservar la estabilidad financiera ante la posible pérdida de fondos federales esenciales y proteger los intereses de nuestra comunidad universitaria”. Esa comunicación dejó sin efecto circulares emitidas en 2019 y 2024 que establecían lineamientos sobre rotulación y disponibilidad de baños inclusivos.
El Senado Académico sostuvo que los baños inclusivos representaron un componente importante para promover justicia, inclusión, equidad y dignidad dentro de la comunidad universitaria.
En un comunicado, afirmó que estos espacios “creados, para beneficiar no solo a personas transgénero, transexuales y no binarias, sino también a las personas de diversidad funcional” aportaron a un ambiente seguro.
También destacó que “hubo un impacto neto de reducción de acosos en baños inclusivos, pues hasta día de hoy no hubo ningún reporte de acosos en estos espacios”.
El cuerpo académico recalcó que la comunidad universitaria merece instalaciones que reflejen valores de igualdad y respeto. Señaló que continuará respaldando políticas que fortalezcan esos principios y realizó un llamado a las autoridades universitarias para reconsiderar la determinación y mantener los baños inclusivos como parte de los servicios en los recintos.
El Senado subrayó que la postura procura garantizar derechos, proteger la diversidad presente en la universidad y sostener un ambiente que favorezca el desarrollo académico del estudiantado, el personal y el profesorado.

