La Organización Pro Ambiente Sustentable (OPAS) celebró el miércoles la ceremonia anual de otorgación de la Bandera Azul, un reconocimiento internacional que distingue a playas, marinas y embarcaciones de turismo sostenible que cumplen con los más altos estándares de calidad ambiental, seguridad, accesibilidad y educación.
El evento, realizado en la sede de la Compañía de Turismo de Puerto Rico en el Viejo San Juan, reafirmó el compromiso del país con un modelo de desarrollo turístico responsable y alineado con prácticas globales.
Bandera Azul es una certificación creada en 1987 por la Foundation for Environmental Education (FEE), reconocida mundialmente como un sello de excelencia para destinos que manejan sus recursos naturales con rigor y transparencia. Para obtenerla, cada operación debe cumplir criterios estrictos de calidad de agua, gestión ambiental, salvamento, accesos seguros, servicios al bañista, rotulación educativa y cumplimiento legal.
Todos los parámetros son auditados y validados por evaluadores locales e internacionales bajo estándares unificados que aplican por igual en Europa, África, América y Oceanía.
Durante el evento, representantes de agencias gubernamentales, municipios y operadores turísticos resaltaron la importancia de este esfuerzo colectivo.
Angelina Morales, en representación del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, recordó que mantener las playas en óptimas condiciones “no solo es un reto operativo, sino un compromiso con la conservación y protección de nuestros recursos naturales”. Agradeció a los equipos que atienden diariamente las costas por su dedicación y disciplina.
Iván Díaz Carrasquillo, director de planificación de la Compañía de Turismo, destacó que pertenecer al programa Bandera Azul es un motivo de orgullo nacional y una muestra de que Puerto Rico puede competir a nivel mundial en estándares de sostenibilidad. Añadió que este reconocimiento va más allá de una distinción visual en el litoral; es evidencia de un trabajo continuo que involucra a comunidades costeras, educadores ambientales, operadores, voluntarios y entidades públicas. Subrayó además que OPAS celebra veinte años de labor ininterrumpida, periodo en el cual Puerto Rico se posicionó como el primer destino del Caribe en implementar el programa.
Por su parte, la directora ejecutiva de OPAS y operadora nacional del programa Bandera Azul, Carmen Valentín del Río, ofreció un mensaje contundente sobre la importancia del proceso de certificación. Explicó que en los pasados dos años, Bandera Azul ha pasado por un proceso de recertificación internacional que fortalece su rigor, transparencia y equivalencia global. Esto significa que una playa certificada en Puerto Rico cumple los mismos requisitos que una en Dinamarca, España, Sudáfrica o Australia.
Paredes enfatizó que alcanzar la Bandera Azul no es automático. Es un proceso exigente que requiere inversión, documentación, monitoreos constantes, educación ambiental y un compromiso real con la mejora continua. Recalcó que los galardonados representan un modelo probado de turismo sostenible, demostrando que es posible servir al visitante sin sacrificar los recursos naturales que forman parte esencial de la experiencia turística del país.
La directora también hizo un llamado a fortalecer la colaboración entre agencias, municipios, organizaciones sin fines de lucro, comunidad y sector privado, subrayando que la conservación es una responsabilidad colectiva. Destacó además la importancia de la educación ambiental como herramienta transformadora y como base para desarrollar una cultura de conservación desde la niñez.
La ceremonia cerró con el reconocimiento a los operadores, municipios, marinas y embarcaciones que lograron la Bandera Azul esta temporada, así como a aquellos que entran en fase piloto con miras a certificarse en el próximo ciclo.
Entre las playas que recibieron la distinción se encuentran: Palomino en Fajardo, Puerto Nuevo en Vega Baja, y en fase piloto, Balneario Punta Salinas en Toa Baja.
¿Cómo alcanzar la bandera azul?
Para obtener la Bandera Azul, cualquier municipio, operador turístico, administrador de playa, marina o embarcación de turismo sostenible debe cumplir un proceso riguroso que demuestra su compromiso con la calidad ambiental, la seguridad y la educación. El primer paso es comunicarse con la Organización Pro Ambiente Sustentable (OPAS), entidad que administra el programa en Puerto Rico, para recibir orientación sobre los criterios y los requisitos técnicos.
Las solicitudes se completan anualmente y deben ser sometidas antes de mayo para ser evaluadas por el Jurado Nacional de Bandera Azul. Cada candidato debe demostrar la implementación de prácticas sólidas de manejo ambiental, monitoreo de calidad de agua, accesos seguros, servicios adecuados para visitantes, rotulación educativa, programas de reciclaje y planes de emergencia, entre otros elementos establecidos por la Foundation for Environmental Education (FEE).
Una vez el lugar obtiene la distinción, la certificación es válida solo durante la temporada en que se otorga y se mantiene activa mientras el operador cumpla con inspecciones periódicas. Estas evaluaciones se realizan tanto por OPAS como por auditores internacionales, garantizando que los estándares se sostengan a nivel mundial.
La Bandera Azul exige constancia, documentación y mejora continua; sin embargo, representa una herramienta valiosa para fortalecer la sostenibilidad, la seguridad y la excelencia del destino.
Mientras OPAS conmemora dos décadas de servicio, el programa reafirma su misión de promover un turismo sostenible, seguro y saludable, elevando la Bandera Azul por las costas de Puerto Rico y fortaleciendo la visión de un destino que protege y celebra sus recursos naturales.