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Entre optimismo y cautela, comerciantes de cara a la Navidad

Asociaciones de comercio advirtieron que los comerciantes enfrentan inflación, con energía e impuestos limitando la época navideña. Mientras, el consumidor puertorriqueño mantiene viva la tradición de compra.

Tienda Pepe Ganga.Santa Maria Shopping. Guaynabo. Metro PR 10 de julio de 2024
Tienda Pepe Ganga Tienda Pepe Ganga.Santa Maria Shopping. Guaynabo. Metro PR 10 de julio de 2024 (Dennis A. Jones)

Las expectativas de los comerciantes de cara a la temporada navideña llegaron en un contexto de incertidumbre económica, altos costos operacionales y un consumidor más cuidadoso, aunque dispuesto a gastar durante la época más activa del comercio en Puerto Rico.

La experiencia de 2023–2024, cuando las ventas crecieron entre 5 % y 10 % en comparación con el año previo, sirvió de referencia para un sector que hoy debate entre el optimismo y la cautela.

Desde la Asociación de Comercio al Detal (ACDET), el ambiente luce alentador. De acuerdo con su presidente, José González, el movimiento comercial comenzó antes de lo usual, con un consumidor que arrancó sus compras desde noviembre.

González sostuvo que existe “bastante entusiasmo entre todos nosotros (en la asociación) y encontramos que el entusiasmo en el consumidor comenzó temprano”, por lo que anticipó un aumento similar al del año pasado.

“Nuevamente, este año estamos esperando un aumento entre un 5 % y un 10 % de las ventas del año anterior”, indicó.

Sin embargo, el optimismo no es uniforme entre todos los sectores del comercio. El presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD), Ramón Barquín III, describió un panorama más presionado por factores económicos. Señaló que el ánimo del sector está impactado por los diversos indicadores actuales y la falta de un plan económico claro.

“La realidad es que el sentimiento del consumidor está comprometido con todo lo que es el cierre del gobierno federal y con los bajos indicadores económicos. […] La economía está bajando. Fuera del índice de manufactura que tuvo un repunte, los indicadores económicos están comprometidos. La falta de un plan de desarrollo económico coherente que simplemente se pueda el ciudadano de a pie y el empresario de la esquina aglutinar con coherencia detrás de él, no lo hay”, expresó.

Barquín III añadió que la combinación de inflación, costos energéticos, aranceles y la salida de residentes condicionó las expectativas de los comerciantes durante esta temporada. Reconoció que los detallistas se han preparado para días claves como el Viernes Negro, pero no anticipó un repunte marcado para 2025.

“No podemos esperar que haya una venta vertiginosa y que sea mayor a un año donde estaba sumamente alta y activa la economía”, insistió Barquín III.

Desde la Cámara de Comercio de Puerto Rico (CCPR), la presidenta Margaret Ramírez Báez coincidió en que el ánimo comercial es mixto. Aunque confesó que la actividad propia de la temporada siempre impulsa algún nivel de gasto, destacó que la carga de aranceles, arbitrios y el impuesto al inventario afecta a los comerciantes, especialmente a los importadores.

“Ciertamente, hay movimiento comercial, las ventas, atraídas por la ocasión del año; sin embargo, estos detallistas están matizados [...] porque esas mercancías ya vienen agravadas con el impuesto del ron, con los aranceles, y, adicional a ello, los arbitrios”, detalló Ramírez Báez.

La presidenta de la CCPR también señaló que, aunque el consumidor puertorriqueño celebra la Navidad aun en tiempos difíciles, este llega con menos dinero disponible y mayor percepción de incertidumbre.

“Tenemos un mercado que está bien tímido para gastar porque tiene esa percepción de que las cosas están mal, de que todo está subiendo, de que tengo que pagar más electricidad”, describió Ramírez Báez.

Los retos principales para los empresarios, aseguró, continúan siendo los costos operacionales, los altos impuestos y la inflación.

“Los retos que tienen los empresarios ahora mismo, aparte de los altos costos operativos, también son los altos costos de impuestos que nos siguen matando, un 37.5 %, el segundo más alto del mundo en términos corporativos”, especificó.

Aun así, confía en que, aunque los consumidores gastarán menos, seguirán consumiendo por la naturaleza cultural de la festividad en Puerto Rico. “Van a gastar menos, pero van a gastar”.

De hecho, desde ACDET, González recordó que el consumidor suele actuar de manera distinta durante esta temporada, impulsado por bonos, ahorros anticipados y el ambiente festivo, lo que podría dar estabilidad a las ventas pese al entorno económico actual.

“Cuando es Navidad, es Navidad. [...] El consumidor regularmente se comporta en Navidad de una manera diferente al resto del año”, concluyó González.

Tres preguntas a... Leslie Adames, economista y director de la División de Análisis y Política Económica de Estudios Técnicos Inc.

¿Por qué la temporada navideña es tan importante para la economía?

— “El periodo navideño suele reactivar la actividad comercial por el proceso de compra de regalos navideños. Es importante para el sector detallista y para la economía, porque la economía consume y genera unos empleos también temporales que ayudan a fomentar el consumo de esas otras personas”.

¿Qué factores incidirán sobre el comportamiento del consumidor esta temporada?

—“Este periodo navideño, el consumidor está entrando con unos niveles de endeudamiento superiores a periodos anteriores, situación que se complica con el hecho de que la liquidez que tenían durante el periodo de la pandemia, que duró hasta 2023, ya no existe. [...] La inflación también persiste y está acelerándose en algunos renglones de productos que son esenciales para el consumidor y eso continúa ejerciendo una presión sobre el presupuesto de los consumidores”.

¿Qué se puede esperar de las ventas al detal para 2026?

—“Va a haber un reordenamiento en prioridades de consumo y ya lo estamos viendo en los establecimientos de ventas al detal, en las ventas donde el consumidor está cambiando de comprar bienes discrecionales y están comprando en los establecimientos que se especializan en la venta de productos mercenarios. [...] Entraremos al 2026 con un nivel de endeudamiento aún más alto”.

       

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