Un juez federal desestimó el lunes las acusaciones presentadas contra el exdirector del FBI, James Comey, y la fiscal general de Nueva York, Letitia James, tras determinar que el nombramiento de la fiscal interina Lindsey Halligan en Alexandria, Virginia, era inválido.
Trump había designado personalmente a Halligan en medio de crecientes presiones para iniciar casos penales contra sus rivales políticos, incluidos Comey y James.
Halligan fue nombrada para el cargo en septiembre después de que otro fiscal federal interino, Erik Siebert, se viera prácticamente obligado a dimitir ante la presión de la administración Trump para presentar cargos contra Comey y James.
Tras la renuncia de Siebert, los abogados de Comey argumentaron que los jueces del tribunal federal de distrito deberían haber tenido la exclusiva decisión sobre quién ocuparía la vacante.
En cambio, Trump nominó a Halligan mientras imploraba públicamente a la secretaria de Justicia, Pam Bondi, en una publicación en redes sociales que tomara medidas contra sus oponentes políticos, afirmando en una publicación en Truth Social: “¡¡¡HAY QUE HACER JUSTICIA, YA!!!”.
Comey fue acusado días después de falsa declaración y obstrucción al Congreso, y James fue acusada poco después en una investigación de fraude hipotecario.

