La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, entregó este miércoles cheques de bonificación de 10,000 dólares a agentes de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) que, según afirmó, “prestaron un servicio ejemplar” durante el reciente cierre gubernamental federal de 43 días.
Durante un acto celebrado en el Aeropuerto Internacional George Bush, en Houston (Texas), Noem reconoció las dificultades que atravesaron los trabajadores federales durante el cierre.
La secretaria destacó el patriotismo y compromiso de los agentes que continuaron desempeñando sus funciones sin recibir salario, en un momento en que el sector aéreo se convirtió en uno de los más golpeados por la paralización gubernamental.
Según Noem, los agentes “dieron un paso al frente cada día para garantizar la seguridad en los aeropuertos y sistemas de transporte, minimizando el impacto en las familias que dependían de esos servicios”.
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Mientras pronunciaba su discurso, Noem entregó personalmente los cheques de bonificación a los agentes presentes y subrayó que el Departamento de Seguridad Nacional evaluará caso por caso para reconocer económicamente a quienes trabajaron durante el cierre.
“Haremos todo lo posible para ayudarles a ellos y a sus familias a recuperarse con un incentivo financiero”, aseguró.
Incierta la normalización de los vuelos
El presidente Donald Trump firmó el miércoles por la noche un proyecto de ley que reabrió el gobierno tras 43 días de cierre, lo que permitirá que las aerolíneas reanuden sus horarios de vuelo habituales y que los controladores aéreos, quienes no habían recibido sueldo durante el cierre, vuelvan a sus puestos.
Sin embargo, aún no se sabe cuándo se restablecerán los horarios de vuelo completos, después de que la Administración Federal de Aviación (FAA) se viera obligada a imponer restricciones de vuelo en 40 aeropuertos con alto tráfico la semana pasada.
El miércoles por la noche, la FAA ordenó que las cancelaciones se mantuvieran en un 6% el jueves, tras dos días con ese porcentaje y un plan inicial para aumentarlo al 10% el viernes.
Hasta el jueves por la tarde, más de 1,000 vuelos dentro de Estados Unidos ya habían sido cancelados y más de 2,000 sufrieron retrasos, según el sitio web de seguimiento de vuelos FlightAware. El miércoles, solo se cancelaron 900 vuelos, la cifra más baja desde que la FAA comenzó las reducciones de vuelos.

