Locales

Detallan claves para fortalecer la adolescencia en Puerto Rico

En el pódcast Con Los Editores, educadoras apuntaron a diálogo, educación y acompañamiento

Adolescentes en salón de clases
Adolescentes en salón de clases (Daniel de la Hoz/Getty Images)

La adolescencia en Puerto Rico continúa marcada por la falta de espacios de orientación, apoyo emocional y acompañamiento institucional, según diversos profesionales de la educación, la psicología y la salud pública. Expertos coincidieron en que los jóvenes enfrentan presiones académicas, sociales y tecnológicas sin contar con las herramientas necesarias para manejarlas.

La doctora Nellie Zambrana Ortiz, catedrática de la Facultad de Educación de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, señaló que los adolescentes necesitan espacios de diálogo y acompañamiento emocional que fomenten el bienestar.

Zambrana Ortiz explicó que “el asunto de la crianza democrática, de que tomen parte también ellos en algunas decisiones, se supone que sea una crianza cálida, donde pregunto, pero también, en momentos en que las decisiones caen en los padres, hay calidez y cercanía, versus una crianza autoritaria basada en el castigo o una crianza muy leniente”.

Por su parte, la educadora y estudiante doctoral Michelle Morales destacó la importancia de construir vínculos de confianza desde la conversación. A su juicio, “de ahí parte todo; desde el diálogo tú estableces vínculos y donde tú expresas respeto, atención y cuidado hacia lo que la otra persona piensa y siente”. Morales añadió que educarse como padres y maestros también forma parte del proceso.

“Cambiar es bueno, es importante, eso es progreso, es lo que es la adolescencia: un aprender constante, un seguir creciendo”, coincidió Zambrana Ortiz.

Política pública y educación

Más allá del entorno familiar y escolar, la discusión también apunta a la responsabilidad del Estado y las políticas públicas.

“La forma de pensar de un país es bien importante. ¿En qué lugar del pensamiento de nuestros gobernantes están los jóvenes? Hablamos tanto del futuro, pero realmente son el presente”, advirtió Zambrana Ortiz.

La profesora alertó que la falta de acceso a educación superior y vivienda afecta directamente el desarrollo de los adolescentes y jóvenes adultos.

Explicó que “las universidades, los espacios para esa convivencia y esa próxima etapa, tienen que ser accesibles. No están siendo accesibles económicamente en nuestro país y tenemos una cifra que dio el Departamento de Estado en 2022: más de 130,000 personas entre 18 y 24 años no se habían matriculado en ninguna universidad, ni pública ni privada”.

Añadió que el contexto económico y social también limita las oportunidades de los jóvenes. Indicó que hay universitarios entre 18 y 20 años que enfrentan falta de vivienda segura, bajos ingresos y dificultades para equilibrar el trabajo y los estudios, lo que los lleva a privarse de sueño, alimentación y estabilidad. Según Zambrana Ortiz, esa realidad crea un “callejón sin salida”, donde el alto costo de la universidad y la precariedad laboral impiden su desarrollo.

Zambrana Ortiz insistió en que el país debe “mirar cómo acoger a una población que, aunque ha bajado demográficamente, sigue necesitando apoyo. Nacen menos niños, habrá menos adolescentes, pero los tenemos. ¿Qué vamos a hacer con los que tenemos?”.

Redes sociales

El acceso digital ha transformado la manera en que los adolescentes se comunican, aprenden y construyen su identidad. El educador Sagar Noble, estudiante graduado en Currículo y Enseñanza con énfasis en tecnología del aprendizaje, señaló que las redes sociales son hoy un espacio central de socialización, pero también de riesgo si no se acompañan desde la educación.

Noble subrayó la necesidad de “darle un stop (alto) al querer incluir la religión en todo” cuando se abordan temas de salud o educación, pues considera que las posturas religiosas, a veces, limitan la información disponible para los jóvenes.

“Hay muchos padres que se oponen a que sus hijos tomen salud en la escuela por dichos temas, pero si no se lo enseñas en la casa y no quieres que se le enseñe en la escuela, no te puedes quejar si viene una situación que no deseas para tu hijo o tu hija”, expresó.

Morales añadió que el acceso digital sin orientación puede exponer a los adolescentes a contenidos no apropiados o desinformativos.

“Si tú no le provees la información adecuada, científica, académica, ¿dónde tú crees que los adolescentes van a buscar esa información? En el Internet. Y cuando tú escribes la palabra ‘sexo’ en el Internet, ¿qué te aparece? Demasiadas cosas, y sin filtro”, sostuvo.

Ambos coincidieron en que la tarea educativa debe incluir acompañamiento, alfabetización digital y apertura al diálogo.

Sexualidad y educación integral

La discusión sobre la sexualidad en la adolescencia continúa siendo uno de los temas más controvertidos dentro y fuera del sistema educativo. Zambrana Ortiz recordó que el currículo de salud “es un currículo de promoción de salud” que debe fortalecerse. Explicó que actualmente “ha sido una debilidad porque no se restauraron las plazas de esos maestros, las propuestas de recertificación se cayeron, y hay grupos que se oponen porque tienen una mirada distorsionada de lo que es la educación sexual. Pero se va a retomar, y ese es un currículo para la vida, para la promoción de salud y bienestar”.

Aclaró que educar sexualmente no representa un riesgo, sino que resulta más peligroso que los adolescentes carezcan de ese conocimiento. Señaló que la educación en salud debe incluir el aprendizaje sobre la protección del cuerpo, la identificación de conductas de alto riesgo y la importancia de reconocer prácticas más seguras para evitar enfermedades.

“Como madre, lo más importante es que mi hijo o mi hija pueda tener la confianza de decirme y de pedirme ayuda, sea la situación más incómoda que sea, que ellos puedan sentirse que no los voy a estar juzgando ni castigando, porque lo que quiero es ayudarlos de la mejor manera posible”, comentó Morales.

Para Noble, la educación sexual debe abordarse sin prejuicios. “Si no se enseña ni en la escuela ni en casa, los jóvenes buscarán la información en la pornografía. Y con eso viene el problema de que no saben lo que es consentimiento o cómo protegerse. Los padres deben educarse y crear espacios de confianza”, recalcó.

Por su parte, Zambrana Ortiz aseguró que “educar para el bienestar es educar para la vida. Los adolescentes no son el futuro, son el presente. Y necesitan espacios pensados por ellos y para ellos”.

Tags

Lo Último